Valle de Esteban
A un suramericano que venía de la Villa y Corte ponderando el palmito y el garbo de las chulas, como le objetase un madrileño, dándoselas de plancheta, que, por lo general, eran sucias, le contestó el otro, cadencioso: -Sí, mi amigo, pero ese "susito" tiene también su encanto.
Luis Bonafoux