Abc
Del astronauta del gobierno un amigo que lo conoce dice que, políticamente, tiene “menos luces que un barco de contrabando”, pero a la gente le hace ilusión que a un español que vuela lo hagan ministro, esa versión estatal del sueldazo de la Once, premio que en su día, sin embargo, no pilló Ramón Franco, hermano del general y héroe del “Plus Ultra”, luego gallego de la Esquerra y partidario de una federación de repúblicas ibéricas como la que ahora nos quieren traer los piperos del 78.
Para ese pipero de la política que es feliz con un Buzz Lightyear provisto de cartera ministerial vale lo que Gary Lineker tuiteó de Ramos (“Ramos is a great player and any team in the World would want him, but he’s also a prize twerp”), y el pipero del fútbol no le va a la zaga (¡hace tiempo que no oye uno lo de “ir a la zaga”!), y busca para el banquillo del Real Madrid un astronauta.
Un sargento de hierro, un teósofo o un astronauta.
Los sargentos de hierro (Mourinho, Allegri) no están disponibles. Los teósofos (Pochettino, Lillo) nos llenan de inquietud. Y en astronautas sólo nos quedan David Vidal… ¡y Guti H!
Allegri tiene buena pinta, pero las vacas sagradas, ésas con las que según Abbie Hoffman pueden hacerse las mejores hamburguesas, le harían un Benítez antes de Navidad, sólo con limitarse a espantar moscas con la cola.
Pochettino parecía, siquiera de palabra, el Daja Tarto que el Madrid necesita tras la égida de Zidane. ¡Un tragasables! Daja Tarto, Gonzalo Tortajada para el mundo, se hacía enterrar bajo la arena del ruedo durante la lidia de un toro; un día el torero alargó su faena al estilo de los de ahora, todo introspección y derechazos de guardabarreras de la Renfe, y sacaron al faquir a punto de exhalar su último aliento; cuando lo llevaban en camilla al hospital, en Cibeles los recibieron a tiros (¡era la sanjurjada!), y los camilleros lo arrojaron a la fuente para poder correr ellos más sueltos. En cuanto a Lillo, sus posibilidades surgen de su parecido con Guardiola, el Gandhi de Sampedor a quien Yayá Touré promete enviar un pastel el día que forme un equipo con cinco africanos:
–Cuando ves que a menudo tiene problemas con los africanos, donde quiera que vaya, te haces preguntas.... Pero finge no tener ningún problema porque es demasiado inteligente como para que le pillen. Nunca lo admitirá.
Vidal sería maravilloso para centrar a Benzemá en la delantera de la que cobra como delantero centro desde hace casi una década. Es un gallego que en Cádiz, que es La Coruña pasada por el Levante (el bueno, el del Estrecho), se presentó al periodismo culto con una declaración de papel de barba: “Soy católico, apostólico y romano, ¿pasa algo?” Y otro día, con un discurso-youtube que supera en ingenio al de Steve Jobs en Stanford, remachó: “Ad pedem littere!”
–Me mintió cuando llegó al Logroñés –tiene dicho de Lopetegui, hoy jefe de planta del Combinado Autonómico–. Le pregunté: ¿usted de dónde viene? “Del Real Madrid”. Mentira. Usted viene del Castilla. Nos pusimos a trabajar y qué temporada hizo....
Del Real Madrid viene Guti H, el astronauta (“su fútbol es de otra galaxia”, nos repetía cada día el periodismo) que aspira a entrenar el equipo abandonado por Zidane. Como futbolista nunca fue un titular, y se especializó como agitador de partidos en las segundas partes, que es lo que el Madrid del post-zidanismo necesita, alguien que sepa mover el banquillo en las segundas partes, agitando las ristras de egos ante los socios como los vendedores de Chinchón agitaban las ristras de ajos ante los turistas. Además, Guti H habla inglés casi como lengua materna, porque es de Torrejón, donde durante décadas sólo se habló inglés de la base americana en combinación, los domingos, con los pareados comunistas de la guerra fría que voceaban un par de autobuses de manifestantes.
Desde fuera, el Madrid, definitivamente huérfano de Zidane, parece hoy Camelot sin el Rey Arturo. ¡El reino sin rey! ¡El rey sin reino! Hay papeles para todos. Para Lanzarote y para Ginebra. Para Arturo y para Morgana. Y a ver quién, al final, es el Perceval que encuentre el Grial.
Desde fuera, el Madrid, definitivamente huérfano de Zidane, parece hoy Camelot sin el Rey Arturo. ¡El reino sin rey! ¡El rey sin reino! Hay papeles para todos. Para Lanzarote y para Ginebra. Para Arturo y para Morgana. Y a ver quién, al final, es el Perceval que encuentre el Grial.
MESSI Y “MADRIT”
Madrid debe a Messi algunos goles soberbios y un pelotazo a un espectador por el que el simpático gnomo argentino (ayer Google homenajeó a los gnomos de jardín) culpaba de lo de Hacienda a los hados de “Madrit”. A Messi la Agencia Tributaria le rompe el cerdito de los ahorros por orden de “Madrit”; Messi, entonces, lloró, y sólo recibió consuelo…de Cataluña. Con la misma lógica, Cristiano puede declarar ya que la Agencia tributaria le rompe el cerdito de los ahorros por orden de “Catalunya”, y sólo recibirá consuelo… de Madrid, capital de un Estado que ha puesto el Deporte en manos de un productor de tuits que en manos de la propaganda pasan por aforismos de Lichtenberg, autor de aquél según el cual el secreto del agitador es fingirse tan tonto como lo son sus oyentes para que ellos crean que son tan inteligentes como él.