lunes, 16 de mayo de 2022

Fin de temporada

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El Cádiz de Don Ramón Irigoyen, Mejías, el Mágico,

 Barla, Juan José, Linares, Carmelo, Cortijo, Montero...

 en Burgos

 

Francisco Javier Gómez Izquierdo


         Es mayo el tiempo en el que los clubes de fútbol recogen los afanes de todo el año y aunque los focos no se apartan de la Champions y sus grandezas, los más genuinos aficionados, ésos que van de disgusto en disgusto y conocen ascensos y descensos de todas las maneras y categorías tiene el corazó
n dispuesto para abonar la particular parcela de su club. Ya saben que servidor es polígamo y tiene varios amores balompédicos. Todos ellos han llevado el año con una tranquilidad y suficiencia fuera de lo que acostumbran y así el Córdoba ha ascendido de forma directa a una cosa que se llama 1ªRFEF y que es una 2ªB más o menos decente, con veinte puntos sobre el segundo clasificado, que es el Mérida, que pudieron ser veintitrés si un partido que se ganó 1/3 no nos lo quitan por una tontada burocrática. El Córdoba sólo ha perdido un encuentro en el terreno de juego. Uno a cero contra el Villanovense, el pueblo que se ha casado con Don Benito. Nuestros jugadores han marcado 86 goles. A 2,52 por partido. No está mal ¿no les parece? Es cierto que no ha habido emoción, que todo era ganar y ganar, pero se agradece disfrutar de un año propicio casi hasta el escándalo.


     Al Burgos en 2ª le iba contando los puntos cada lunes y cuando llegó a los cincuenta, de eso hace varias jornadas, respiré orgulloso de la gran temporada que nos ha dado una plantilla hecha con retales baratos pero dirigida por un técnico extraordinario. Uno de ésos que sabe apañarse con lo poco que le pueden dar. Gran entrenador Calero. Pocos como él trabajan la concentración y la intensidad, elementos indispensables para doblegar a los más poderosos. Un hallazgo feliz el de este hombre.
     

La Real Sociedad, bien. Más que correcta la trayectoria, repite en Europa. Me gustaría que se salvara el Cádiz y que la maldición gitana por cambiar el nombre del estadio se la tragara uno de los atunes que pase el estrecho de Gibraltar estos días. Creí que estaba resuelto el conjuro cuando se ganó a un Rayo Vallecano después de un jueves de Copas y al Villarreal tras el subidón de la Juventus, pero ayer contra el Madrid se vivieron varios momentos nefastos, el penalty fallado por Negredo por ejemplo, sólo achacables a un mal de ojo que sabemos buscado sin necesidad. Abdón Prats dio vida al Mallorca en el minuto 92 y a los gaditanos no les queda otra que acudir en tropel a Santo Domingo a llevar flores a la Virgen del Rosario, su patrona, para que corrija los desaguisados de Kichi el alcalde, e ilumine al Osasuna el domingo 22.
      

Lleva servidor un mes muy ajetreado por cosas de la familia y no he prestado atención a casi nada porque entre otras cosas mis equipos tenían las faenas acabadas en abril. La mayoría de ustedes desconoce que el Coria y el San Roque de Lepe se disputaban el quinto puesto para jugar el play off de ascenso a la 1ª RFEF. Anoche me llegaron unas imágenes de los últimos minutos del partido Coria-Mensajero (el equipo de La Palma) en los que el Coria anotó dos goles sospechosos tanto en su elaboración como en su ejecución. Sospechosos por la insólita facilidad en los regates entre un bosque de piernas y la simpleza como el balón se colaba en la portería sin que se advierta oposición. No digo que "huela a podrido en Dinamarca" porque ustedes han visto goles este año -Rulli mediante, y miren que siento nombrarle- que dejan estupefactos, pero... ¡ay, ay, ay, qué cosas pasan a final de temporada en el fútbol modesto! En Lepe, el pueblo de los chistes, no están para bromas y creo que se han ido al juzgado con las imágenes que servidor ha visto.
        

Bueno, sólo queda que el Cádiz se salve, para que la temporada sea como uno hubiera firmado que fuera allá en agosto del 21.