jueves, 26 de mayo de 2022

Feria de Nuestra Señora de la Salud en Córdoba



 


Francisco Javier Gómez Izquierdo
    

 Salí el viernes de Córdoba y he estado entretenido en unos cuantos asuntillos por los Montes de Toledo. Regresé ayer tarde con la Feria avanzada y por supuesto "muy concurrida" y reventona de guapas, también guapos ¡por Dios!, como enseñan los reportajes gráficos de la prensa local. Como creo que no tengo el cuerpo ya para mezclarlo con muchedumbres y me da que no voy a caer en la tentación de "un par de copitas y nos venimos", esta mañana en mi caminata de rigor me ha parecido apropiado acercarme al recinto con las casetas cerradas en horas de repostaje por ver la Feria vacía de gente ociosa. Sólo con los currantes que cargan y descargan cajas y barriles a destajo y viendo llegar a los camareros con sus camisas blancas planchadas en las perchas. ¡Es cosa de ver todo lo que se puede vender en una semana! ¡Qué trajín de mercancías, madre mía! También he visto cervezas raras anunciadas y patrocinadas por el PCE que imagino sólo venden en el Rincón Cubano que es la caseta del Partido, caseta que siempre ha sido muy del gusto del personal por la música y los precios, todo sea dicho. He escapado rápido porque les aseguro que me he dado cuenta de que estorbaba el ordenado caos en la circulación de tráilers, camiones y furgonetas.

     Si vuelvo, ya les diré...