jueves, 2 de julio de 2020

Responsables

Rosa Valenty

Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    El Estado de Partidos goza de una estabilidad como la que Polibio atribuye a la constitución mixta (cónsules “monárquicos”, senadores “aristocráticos” y asambleas populares –“comitia”– “democráticas”) de Roma.

    –¡Qué importa que llegue a saberse, si nadie puede pedir cuenta de nuestro poder! –diría, si fuera leído, Pablemos, vestido de Lady Macbeth.
    
El secreto de tan excepcional estabilidad radica en la inmunidad (irresponsabilidad) de sus miembros, que, con cincuenta mil muertos sobre la mesa, como individuos se fuman el artículo 15 de la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano (“La sociedad tiene derecho a pedir a todos sus agentes cuentas de su administración”), y como grupo, también el 16 (“Una sociedad en la que la garantía de los derechos no está asegurada, ni la separación de poderes determinada, no tiene constitución), como exige la unanimidad del consenso, concepto franquista y antijurídico (donde manda el consenso no manda el Derecho) que engarza los eslabones genéticos del españolejo.
    
En el actual Estado de Partidos –afirma quien mejor lo ha estudiado–, y con el sistema electoral de representación proporcional, la responsabilidad política se ha hecho tautológica: basta que sea asumida oralmente por el presidente del gobierno para que se agoten en ese verbalismo todos sus efectos.
    
Annual (diez mil muertos) acarreó la muerte de la Restauración, pero “la Coviz” (cincuenta mil muertos) afianzará la estabilidad (¡sermón de la Nueva Normalidad!) del Estado de Partidos donde hozan todos los jefecetes.

    –Y el número del higo, excepcional –glosó Ansón una revista de Rosa Valenty.
    
Hoy lo excepcional es esta estabilidad que nos imponen a palos. No tenemos folio para explicar tantos jerebeques estabilizantes, pero quedémonos con una observación schmittiana: “La excepción es más interesante que la regla. La regla no demuestra nada, la excepción todo: no sólo confirma la regla, sino también su existencia, que deriva sólo de la excepción”.