Entre la ida y la vuelta a Vigo me he leído Les Ancres dans le ciel,
de Rémi Brague. Insinúa este filósofo una idea que yo ya he defendido
por aquí más de una vez: que la metafísica no es lo que está más allá de
la física, sino aquello sobre lo que pisamos, lo que se encuentra bajo
nuestros pies, sustentándonos. Esto se puede expresar simbólicamente de
otra manera, acudiendo a aquella imagen de Platón según la cual los
hombres somos como árboles con las raíces en el aire, apuntando hacia el
cielo... que es la patria de las ideas. O de manera más simple y
directa con Nietzsche: somos metafísicos puesto que hablamos.