miércoles, 22 de enero de 2014

El forastero




Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    En Madrid aún se hacen cruces porque en Burgos quede gente que insiste en saltarse la ley.
    
Pero si en Barcelona o en Bilbao todo el mundo puede sentirse por encima de la ley, ¿por qué no va a haber nadie en Burgos dispuesto a pasársela por debajo?

    –¡Anarquistas en Burgos!

    Hombre, si miras a tu derecha y sólo ves a los curas, y miras luego a tu izquierda y sólo ves a los Escolar, lo suyo es abrazar al anarquismo, que en España es pedir, y al modo en que lo hace Groucho para el desayuno en el camarote de “Una noche en la ópera”.

    En España, decían los costumbristas, la ley es como la estatua de un ídolo al que ya nadie hace caso, y por eso, seguramente, fuimos en 2013 el tercer país más visitado del mundo.
    
El espectáculo de Gamonal fascina al mundo civilizado (civilización sólo es respeto a la ley), y si los tertulianos gritan y bracean como una tribu de monos contra el alcalde de Burgos es porque en la comedia ha sido el “augusto” que se pone de parte de la ley, si por ley entendemos una transacción entre la realidad y los ideales, y no una transacción entre los partidos.

    Ese hombre cae víctima de la nueva ola pepera, cuyos miembros viven esclavos de la inquisición progre y flanean ante la posibilidad de que en su entorno algún tonto les diga fachas.

    Para evitarlo, puso el premio de poesía municipal que regenta (Ciudad de Burgos) en manos del filántropo Marcos Ana y del poeta anacreóntico García Montero. Y, pisándoselo a la oposición, llevó el bulevar París-Gallardón (diez veces más barato que la Catedral del Mono, contra lo que nadie se sublevó en la ciudad) a Gamonal, barrio obrero. ¿Qué ha pasado?
    
Pues ha pasado que, por pepero (no importa lo feble), el alcalde será siempre un forastero de la Democracia, que es como los socialistas de Prieto justificaron su tenencia ilícita de armas en el Congreso:

    –Estas cosas ocurren porque vosotros (señalando al Gobierno de derechas) sois forasteros de la República.