martes, 8 de julio de 2025

Aquí no paga nadie


Dario Fo


Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Así tituló el Nobel Dario Fo una comedia setentera de enorme éxito (¿dónde, si no?) en España, un país que, de agujero en agujero (Seguridad Social, Otan), se asoma ya al escotillón final, ante lo cual los ministros van trampeando su situación personal como pueden: la esposa del ministro Cuerpo, directora de la Seguridad Social, la del agujero; y antes, en otras direcciones, la hermana del ministro Puente, la esposa del ministro Albares, el esposo de la ministra Calviño…, que para esto, básicamente, se inventó el Estado de Partidos.


En España, en contra de lo que creía Ortega, el origen del Estado está en una expansión de la familia: nuestro Estado es “una familia que ha engordado”, expresión orteguiana que define a “La Psoe”, rémora, decía él, para el progreso de la ciencia, de la sociología, de la política y de todo lo demás, y todo lo demás es la Deuda Nacional, proporcionalmente tan pavorosa como la de los Estados Unidos, que puede ser la primera nación en la Historia que no tenga que pagar su deuda.


La democracia era el régimen de la clase media, a la que sólo un tonto querría ascender hoy, condenado a transitar por el camino del peonaje por deudas, en palabras de Michael Hudson, que ha dedicado su elocuente vida a estudiar el parasitismo en la economía rentista. Aspirar hoy a la clase media, dice, implica asumir una deuda hipotecaria para comprar una vivienda, créditos de estudios para acceder a la educación exigida para conseguir un buen empleo, un préstamo para el coche con el que ir al trabajo y una deuda de tarjeta de crédito para mantener el nivel de vida mientras vas hundiéndote en el pozo.


La democracia es basura –editorializó Frank Schirrmacher en el “Frankfurter Allgemeine Zeitung” cuando los griegos coqueteaban con someter a referéndum su propio ahorcamiento como consecuencia de la deuda.


Ya en 2011, frau Merkel nos hizo un Cecilia Giménez (la del “Ecce Homo” de Borja) en la Constitución del 78 para controlarnos el saco de las perras donde ahora quiere meter la mano Donald Trump para cobrarse lo suyo de esa Otan que anda por Ucrania en guerra por poderes contra Rusia, para cuya causa “Rosie” acaba de entregar otros ciento cincuenta mil millones de euros a Zelenski, que lo celebró poniéndose por vez primera un traje para la foto.


¿Basura, la democracia? Eso será donde la haya. Aquí todo lo deciden tres señoras a quienes hemos votado bastante menos que a Franco: Christine Madeleine Odette Lallouette (hoy Lagarde), que nos cocina el euro digital, para dejarnos sin blanca; “Rosie”, cuyos cheques acarician los bolsillos de Zelenski como los de la señora Claypool acariciaban los de Groucho Marx; y Kaja, que no parece ser la más avispada de la clase, pero que tiene el encargo de aportar doctrina al entramado: trocear Rusia con un Estado de las Autonomías como el de España. Los medios oficiales se ocupan de que lo que vemos no sea más que una parodia de la realidad.


[Martes, 1 de Julio]