lunes, 16 de febrero de 2015

Los muertos y las muertas. Jorge Oteiza


JORGE OTEIZA
1908-2003

Jorge Oteiza le dijo, de repente, a su hermano: “Antonio, estoy acostado con la muerte.” Y dejó este epitafio: “Amo a mi país profundamente; me da rabia profundamente. Le doy mi vida. Profundamente le doy mi muerte.” Suyo era el Viaje a la gran nada: “Desde niño, como todos, sentimos como una pequeña nada nuestra existencia, que se nos define como un círculo negativo de cosas, emociones, limitaciones, en cuyo centro, en nuestro corazón, advertimos el miedo –como negación suprema– de la muerte. Mi experiencia de niño en ese hoyo en la arena –ustedes habrán vivido momentos muy semejantes– era la de un viaje de evasión desde mi pequeña nada a la gran nada del cielo en la que penetraba, para escaparme, con deseo de salvación. En esa incomodidad o angustia del niño despierta ya el sentimiento trágico de la existencia que nos define a todos de hombre y nos acerca de algún modo a uno de estos tres caminos de salvación espiritual que son la filosofía, la religión y el arte.”

IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)