UN PRÍNCIPE HASTA EL FINAL
LA MUERTE, ESA COSA TAN BONITA...
Y dejó Madrid y ya no he de volver a verle; pero hoy, leyendo poesías suyas me encuentro con su Nuevo Retrato, en que nos pinta un retrato suyo de niño en que apoya su sien en un libro-caja de música...
Y esa música lo habrá acogido ahora. Con melancolía ladeo también ahora mi cabeza. ¿Todos tenemos el oído pendiente de una canción lejana que el ruido de los hombres, de nuestros propios pasos, no nos deja oír exactamente? ¿Será, Dios mío, una misma canción? Es probable que la idea final del hombre que muere sea la de que va a nacer. Y esa música sea la nana dulce del pobre niño que todo hombre lleva dentro martirizado por el hombre que lleva fuera.
CÉSAR GONZÁLEZ-RUANO
Necrológica a Manuel Machado
Y dejó Madrid y ya no he de volver a verle; pero hoy, leyendo poesías suyas me encuentro con su Nuevo Retrato, en que nos pinta un retrato suyo de niño en que apoya su sien en un libro-caja de música...
Y esa música lo habrá acogido ahora. Con melancolía ladeo también ahora mi cabeza. ¿Todos tenemos el oído pendiente de una canción lejana que el ruido de los hombres, de nuestros propios pasos, no nos deja oír exactamente? ¿Será, Dios mío, una misma canción? Es probable que la idea final del hombre que muere sea la de que va a nacer. Y esa música sea la nana dulce del pobre niño que todo hombre lleva dentro martirizado por el hombre que lleva fuera.
CÉSAR GONZÁLEZ-RUANO
Necrológica a Manuel Machado