martes, 13 de abril de 2010

DOS HOMBRES Y UN DESTINO

J. R. M. / 2010

Jorge Berlanga


¿Hasta el rabo todo es toro? Teniendo en cuenta que entre el ganado que muchas veces sale en Las Ventas desde los pitones nada es toro, habría que discutir el nombre de la receta a la hora de guisarle los apéndices. Mientras no se certifique el milagro de los panes y los rabos, a uno no le salen las cuentas dividiendo los espantamoscas que les cortan en el desolladero cada tarde de feria a los 6 supuestos morlacos y el inevitable par de sobreros, por la cantidad de raciones que se despachan cada noche en Casa Toribio. A mí a veces me han puesto la excusa de la ley de las vacas locas, y otras razones veterinarias que permiten al bicho ser apto para la lidia, pero no para el consumo, así que cuando uno piensa hincarle el diente a ternilla de Miura, acaba tragando con morucha de Galapagar. Así está el folclore taurino, en el ruedo nos dan gato por liebre, y en el fogón cola por rabo. Todo es cuestión de aderezo.

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Propiedad, s. Cualquier cosa material, sin valor particular, que pueda ser defendida por A contra la avidez de B. Todo lo que satisface la fiebre de posesión en unos y la defrauda en los demás. Objeto de la breve rapacidad del hombre, y de su larga indiferencia.

DICCIONARIO DEL DIABLO /
AMBROSE BIERCE


J. Berlanga