viernes, 6 de agosto de 2021

Los dineros

 

Messi, por Carlos Gómez


Francisco Javier Gómez Izquierdo

 
       Uno viene del antiguo bachiller de letras, aquél en el que te soltaban en un examen final dos versos de "Las nanas de la cebolla" y tenías que rellenar dos folios con suficientes conocimientos como para sacar nota para la beca. De matemáticas andaba uno con lo justo y lo que mejor se te quedaban eran las cuentas de la madre que te decía que no se puede gastar lo que no se tiene y que antes están las zapatillas de todos los hermanos que el carné del Burgos. Leías que para ser rico hay que deber dinero pero como de números andabas pegado no prestabas atención a lo que no comprendías y te limitabas a coser zapatos por las tardes para juntar las pesetas del fútbol. La fobia a la contabilidad de los clubes se acrecentó cuando el Burgos desapareció estando en 2ª División, hace ahora 20 años, por 3.462 € (lo miro en la Historia del club). "¿Nadie ha sido capaz de poner 3.000 euros, lo que cobra al mes un herrero en Jerez por calzar caballos?" "¿Y lo que deben otros por ahí?", nos preguntábamos. Maldito dinero.
    

Todo se mueve por dinero y sobre todas las cosas, el fútbol. Los aficionados de tozuda categoría creemos, ingenuos, que los futbolistas con más de dos años de antigüedad en el club se identifican y harían sacrificios por la prosperidad de quien los paga, pero no hay verano en el que no asistamos a divorcios insospechados. Éste de Messi nos ha pillado a todos en fuera de juego. "¿Dónde va a ir que mejor esté? En España se vive bien, después de veinte años y con todo el dinero que ha ganado sólo tiene que esperar a coger en el Barça el cargo que le dé la gana cuando se jubile y..", pensaba un servidor. Pues no. Lo que Messi ha cobrado del Barça es pasado y el futuro azulgrana a Messi y "su entorno" les importa un pito por mucho que disimulen en la despedida.
    

Si las cuentas del Barça las coge el contable que bajó al Burgos por 3.000 euros, ya se hubiera desatado una nueva guerra civil. La no intervención a según quién, no sólo el Barça camina con irregularidades, no tapa la ruina azulgrana -reconocida por los administradores culés- y ha tenido que ser el general más victorioso quien deserte y se pase a un enemigo que en el colmo del despropósito podría ser hasta el Real Madrid. Dicen que se va a juntar con Ramos, otro que tal, en París y que los del Movistar están preparando una serie de la pareja con que poder vender la liga de Tebas.
        

Messi se va por dinero. Puede que esté aburrido de tanta obsesión independentista y los intentos de manipulación política a los que se ve sometido. No se sabe cómo llevaba la situación, pero el caso es que le era rentable. Tras veinte años en Barcelona, Messi acaba contrato y se va con todas las de la ley. "Por los dineros", dice esta mañana Rafalín en lo de Antonio. "No, por falta de dineros" corrige Falete, puntilloso él.