martes, 24 de agosto de 2021

Legendario


Mark Milley, un inútil con cara de James Cagney

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Lo ha dicho Trump, que tiene lengua de serpiente para pinchar los conceptos sobre el papel como se hace con los insectos repugnantes:


    –Lo que Joe Biden ha hecho con Afganistán es legendario. Será una de las mayores derrotas en la historia de Estados Unidos.
    

Al crimen de las Torres Gemelas respondió Bush llevando la democracia a Afganistán y a Mesopotamia, con Blair tirando octavillas de la Tercera Vía de Anthony Giddens, y Aznar, copias de la Transición de Victoria Prego.
    

Lo de llevar la democracia como quien lleva a San Roque por el mundo fue cosa de Wilson, que no halló mejor pretexto para justificar ante su opinión pública el envío de tropas a la guerra del 14. En eso los gringos eran como el perro de Paulov: oían “defender la democracia” y corrían a alistarse. Pero la democracia que exportan los gringos no es la suya (después de todo, la única que ha habido), sino el viejo tiquitaca canovista de dos partidejos jugando al tuya-mía, y para el papel de Romero Robledo (el señor que amañaba los resultados) escogieron el famoso sistema proporcional que impusieron al continente europeo después de Normandía para controlar la Guerra Fría. En el periodismo español ya he oído que el problema de Afganistán es que falta… consenso.


    Trump esperaba una salida de Kabul con garbo, como salía Chenel del toro. O como la suya de la Casa Blanca, Biblia en mano, la noche que los antifa del agit-prop demócrata incendiaron la iglesia de San Juan, que es para los presidentes como la capilla de Las Ventas para los toreros. Lo acompañaba el jefe del Ejército, Mark Milley, que al verse en la CNN corrió, patético, a pedir perdón ante las cámaras: “No debí estar allí... Fue un error”.


    –Milley quiere estar en el video de las actrices disculpándose por su privilegio blanco –contestó Ann Coulter.
    

Milley es el cerebro de la salida americana de Afganistán, donde nunca se debió entrar. En Kabul sólo faltan los sanitarios prometidos por Margarita Robles para vigilar los protocolos Covid. Legendario.

[Martes, 17 de Agosto]