¡Fartaría más!
(Colección Look de Té!
Jorge Bustos
El robo sacro empieza a perfilarse como una especialidad netamente
gallega, si bien no tan gallega aún como el saqueo impositivo decretado
por el gallego más poderoso –y más gallego– de la nación, en el supuesto
arriesgado de que Rajoy no sea sencillamente alemán.
El perímetro de operaciones profanadoras parece circunscribirse a
Santiago, como no podía ser de otro modo. De allí sisaron primero el
Códice Calixtino, sustracción que permitió a la audiencia de Telecinco
–e incluso de la televisión gallega– venir en conocimiento de la
existencia de semejante joya bibliográfica y llorar coherentemente su
pérdida. Ahora han ido más allá y han robado al Niño Jesús del
belén del Obradoiro y lo han devuelto en un cajero; esta vez se trata
de un hurto simbólico, con comunicado exegético posterior y
reivindicación de autoría a cuenta del colectivo Fartas, acrónimo en
gallego de esta declaración inequívoca: “Hemos venido a raptar
temporalmente a Jesusito”.
—El Niño ha pasado la noche en un cajero de Compostela, como tantos
ciudadanos y ciudadanas anónimos. Vivimos en una sociedad en la que sólo
importa la mercancía, sin valores, basada en la pobreza, la exclusión,
la violencia, la xenofobia, los valores patriarcales y misóginos. Una
sociedad construida contra la mayoría social —se justifican los captores
de la figura, tan amenazadores para la propiedad como para la lógica,
porque ya me dirán ustedes si construir una sociedad sin mayoría social
no es algo muy parecido a presentar una mariscada contra el marisco
mayoritario.
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