EL NACIMIENTO
-Yo, humilde y fiel servidor de Publio Sulpicio Quirino, gobernador de Siria, me hallo en esta provincia de Judea para ayudar a las difíciles tareas del empadronamiento general ordenado por Augusto. Acabo de llegar a Belén... Este país es hosco y feo, sin amenidad ni gracia. Dicen que en primavera se viste el suelo de mil florecillas silvestres, como narcisos, anémonas, azafranes, junquillos, claveles y lirios, de las que estos orientales toman, con tanta abundancia, las metáforas un poco recargadas de su literatura.
REPORTAJE DEL NACIMIENTO / JOSÉ MARÍA PEMÁN
Ignacio Ruiz Quintano