PAZ
-Lo desconcertante de este epigrama del pastor barbado, lo que le hace paradójico, doloroso y encantador, es esta originalidad de haber establecido el paralelismo entre una idea de gloria y una idea de paz. No se le hubiera ocurrido nunca a un hijo de la clara y fuerte Roma subrayar con una exaltación de paz un grito de gloria.
REPORTAJE DEL NACIMIENTO / JOSÉ MARÍA PEMÁN
Ignacio Ruiz Quintano