miércoles, 21 de septiembre de 2022

"La Mirada", de Miquel Navarro 2001

 

45 metros de altura y 50 toneladas de peso


Ese mástil en tierra firme se llama escultura de «La Mirada» porque en su cúspide tiene, como en las máscaras de hierro, una estrecha rendija horizontal. La vulgar altura de la obra no es tan grande como la soez palabra fálica de su acomplejado autor. Nunca he presenciado mejor exhibición de mal gusto que en la explicación dada por este «artefactor de constructos mecánicos».

[Ahora se esculpe, se moldea, se pinta y se fotografía en tamaños que sólo caben en salones del Estado o en salas habilitadas para esa finalidad en los nuevos Museos. Los artistas suspiran por verse colgados en vida de un clavo estatal o de un cordel museístico. Antes de morir, tienen ya alma desesperada de ahorcados.]

Antonio García-Trevijano