lunes, 26 de septiembre de 2022

Bailando con lobos

 


 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    De Elvis a Vinicius. La burricie que quería enchiquerar a Elvis por bailar (“¡falta al respeto a la comunidad!”) sale de la misma escombrera moral que la burricie que quiere retirar a Vinicius… por bailar (“¡falta al respeto a sus compañeros de profesión!”). A Elvis el coronel Parker le pidió que tragara, pero siguió bailando gracias a los ánimos que le dio su amigo B. B. King, y así salvó su carrera. También Vinicius tiene en su entorno algún coronel Parker que le pide que trague (que deje de bailar) para no dar cuartos al pregonero, que es la mafia mediática, pero a darle ánimos ha salido el B. B. King del área, Romário de Souza Faria, con un tuit maravilloso:
    

El swing es parte de la autenticidad, Vinícius Jr. La alegría es parte del fútbol. ¡Sigue bailando! Sigue celebrando la forma en que la felicidad toca tu corazón. Todo mi apoyo a @vinijr y todo mi rechazo a los que tratan de disfrazar el racismo. ¡No aceptamos! BailaViniJr.
    

¡Del “hip swing” de Elvis en el escenario de Las Vegas al “hip swing” de Vinicius en el córner del Bernabéu! Elvis y Vinicius bailando con lobos. Elvis sacaba lo peor de los granjeros que veían a sus novias perder la cabeza por un golpe de pelvis y Vinicius saca lo peor de los domingueros que ven a sus equipos perder el honor por un juego de piernas. Hasta un pez gordo de la famosa “sociedad civil” española ha salido diciendo en un plató de TV que ese modo de bailar es “hacer el mono”.


    –Quiero aclarar que la expresión “hacer el mono” para calificar el baile de celebración de los goles que hace Vinicius lo he hecho de manera metafórica (“hacer tonterías”) –matizó al día siguiente el Mortadelo, ahora disfrazado de Julio Casares.
    

Vinicius lo tiene cuesta arriba para no amargarse la vida en España. Elvis recibió en Tennessee una amonestación judicial que le prohibía bailar, con los maderos vigilando su cadera como si fuera el Paralelo 38, la primera frontera de la Guerra Fría. A Vinicius todavía no se han dirigido los del Supremo, que al final, y al paso que vamos, quedarán para eso, pero el ex árbitro Iturralde, que hace de jurista futbolero, soltó la serpiente en el jardín: “Es complicado para el Real Madrid. Rodrygo y Benzema no están en ninguna de ésas. ¿Por qué siempre está el mismo?” ¿Por qué el facherío americano se metía con la cadera “ondoyant” de Elvis y no con los ojos azules de Sinatra? ¿Eh? ¿Eh? ¿Por qué? ¿Por qué?
    

“Disputa de balón”, definió Goicoechea su “anécdota de Maradona” (sic) en septiembre del 83, de la cual sólo recuerda “el cariño de mi gente en Bilbao en el partido siguiente, contra el Lech Poznan, que se me pusieron los pelos de punta”…


    –Maradona no murió en aquella entrada, que empezó curiosamente a ganar títulos justo después. Lo de Schuster fue distinto. El propio doctor del Barcelona reconoció que Schuster había venido lesionado del Colonia, pero se me cargó a mí...
    

“Cosas del fútbol”, es la terminología mediática para zanjar las cuestiones de violencia laboral, que incluye la patada, en 2010, de Ujfalusi a Messi, que tenía la edad de Vinicius (¡con peores números!), suceso que resolvió Borbalán expulsando al hijo de San Wenceslao del campo, y con el tiempo, de España, por haber puesto en peligro al Potele rosarino (San Wenceslao, patrón celestial de Checoslovaquia, cuyo nombre acabó sonando en Madrid a verbena con organillo, a Valdepeñas con aceitunas, a “barbián” y a “chipén”, un paraíso negado a Ujfalusi).

 
    Nada afrenta más a una criatura envidiosa que el espectáculo de alguien que se divierte en su trabajo. El trabajo es una maldición bíblica: llevarlo con alegría constituye una transgresión religiosa. El baile es alegría. Lapidación. El mítico cardenal Segura publicó contra el baile una célebre pastoral de veintidós folios en la que sacaba a colación a un jesuita dieciochesco, Pedro de Calatayud, con una definición del baile que haría salivar al Darwin comprado en los chinos que ve en el swing un Pilates de mono:


    –El baile es un círculo cuyo centro es Satanás.
    

El complejo de inferioridad (como país, como sociedad) hace el resto. La idea sería ir segando la hierba bajo los pies (ese césped de Extremadura, que dice Butragueño) a Vinicius hasta que se canse y lo deje. A Elvis querían reducirlo a cantante de villancicos (tal cual). A Vinicius les gustaría reducirlo a lateral derecho (idea de Zidane) con cara de Tomas Reñones. No lo van a dejar bailar a gusto: cada día juega mejor y hace más daño, cuando todos los zoquetes de la TV esperaban que fuera otro Edwin Congo. Rectificar es de sabios, pero ningún sabio está en ese mundo.


Elvis Presley and BB King 1956
Classic Rock In Pics
@crockpics


 RÜDIGER EN ESPAÑOL


    Lo ha dicho Rüdiger (a quien el Relato acusa de “gordo” y “viejo”): “Es normal hablar en español, estamos en España". Vale que el fútbol es un lenguaje universal, explica Ancelotti en sus memorias, pero también es vital hablar en el idioma local: molestarse en aprender el idioma es un indicador fidedigno de que el jugador se interesa por jugar… y por madurar en el nuevo ambiente. Quizá sea éste el motivo de que los ingleses rindan por debajo de sus posibilidades en las ligas extranjeras. Las camarillas son inadmisibles. Yo propiciaba las relaciones llevándolos a cenar a todos juntos, cambiándolos de asiento y juntando a quienes no acostumbraban a hablar entre sí”. Qué aventura, viajar con Rüdiger.

[Lunes, 19 de Septiembre]