Ignacio Ruiz Quintano
Abc
El Federal es Felipe González, ese hombre de “Estao”, que ha dicho:
–Sólo hay una salida seria, la federalización.
Como diría el calvo de “Pawn Stars”, ¿qué tenemos aquí? ¿Un Hamilton o un Proudhon? ¿Federalización es federación? ¿Federación o confederación? ¿Conoce nuestro hombre de “Estao” la diferencia? ¿Sería capaz de explicársela Muñoz Machado, el Pi de la Academia?
La “federalización” gonzalera es el pastelazo que el Estado de Partidos viene amasando desde el principio, y supone deshacer, al margen de la Nación (es decir, del hecho nacional español), toda la historia de España, que tiene siglos “pa’ asar una vaca”. Si a Fraga le cabía el "Estao" en la cabeza, a González le cabe el "Estao" en los bolsillos. Con su “federalización” (pacto de unión de estados separados es la síntesis federal), se trata de trocear y repartir, que en eso consiste el Consenso, donde González es un P… Amo: él concibió las Autonomías como agencias de colocación y nos impuso el Sistema Proporcional, ese arrecife que da vida (y subvención) a todos los separatismos.
Como con Rumasa, pero ahora con España.
Su lógica de Universidad Carlos III enseña que, si lo unido quiere irse, lo separado querrá venir. Y por lógico tienen a Peces Barba, que en estas disquisiciones tampoco fue un Caldwell Calhoun: presumía de leer a Maritain y democristianeaba con Ruiz Giménez (“Sor Citroen”, por su Dyan-6 amarillo), que deliraba con un Estado Federal (¡pacto de unión de estados separados!) y le seguían Gil Robles Jr. y demás cristianos.
La “federalización” es el negocio de unos tipos que González nos quiere hacer pasar por sencilla costumbre política, como el vizcaíno de aquella anécdota de Gecé que “con sus amigos y tal los domingos salían en lancha con unas nescachas politas de buen ver y tras comer y beber las tiraban al agua y cuando chapoteando querían salir, pues, ¡pues, pum, pum!, con remos en la cabeza. ¿Por qué? ¡Sencillas costumbres locales!”
Y de nescacha polita, España.