Borrosas llaves de la salvación. Románico palentino
Vallespinoso de Aguilar
Francisco Javier Gómez Izquierdo
Vicente Moreno es entrenador al que tengo mucha fe y desde el respeto que me merece un personaje forjado a golpe de disgustos creo que desde esta venturosa racha que arrastra estaba convencido de ganar en El Arcángel con su Mallorca, más por eso que llaman dinámica perdedora del rival que por poderosos argumentos futbolísticos propios, porque como vengo repitiendo en Salmonetes... a la Segunda División le falta mucha calidad.
Salvo dos o tres, el resto de los equipos no son mejores que el Córdoba, pero todos sin excepción se aplican en conseguir un principio básico en la categoría: la solvencia defensiva. Por tonterías que ya ni vienen a cuento el Córdoba no detectó sus hemorragias y es un desastre permanente en la zaga. Hándicap tan descomunal es fuente de segura mortalidad, pero como en la Segunda nadie es más que nadie, mientras no te disparen el tiro de gracia que es la matemática, quedan muchas jornadas en las que a los aficionados pueden brotarles úlceras, quedar congestionados o incluso morir de infarto.
Mi presi, sin ir mas lejos, que es de esos que no suelen aguantar un último cuarto de hora incierto en la localidad y sale a los pasillos a rezarle a su Cristo cual Lopera blanquiverde en vez de verdiblanco. Ha pasado hoy. En el estadio estábamos menos que en familia y el Córdoba, además de cambiar de salir con un nuevo portero, Marcos Lavín, ha puesto más argumentos futbolísticos que un Mallorca instalado de manera sorprendente en puestos nobles tras su reciente ascenso desde 2ªB. El partido ha tenido tensión, emoción, incertidumbre y como es de rigor en este Córdoba insanos sobresaltos.
Resumo: 1-0.-golazo de Piovaccari tras gran jugada de Andresito, el mozo que queremos de titular y que lo es por fin. Al rato penalty claro a favor que falla De las Cuevas. 1-1 Habitual despiste defensivo que supone el empate de Aridai, ex-goleador de la Cultural Leonesa tras fuera de juego de Lago Junior . 2-1: testarazo del veterano Piovaccari de nuevo. Que conste que también en fuera de juego. 3-1 Obra de arte de De las Cuevas clavando un gol como y desde donde los colaba el Coutinho sin deprimir.
Lo que parecía por fin un partido plácido se estropea con otro gol en propia meta tras un lío de piernas como los de los recreos en patio de asfalto. 3-2 y la cara descompuesta del presi con el que no sabemos qué hacer. Se va del asiento; el corazón le echa un pulso y cuando el árbitro pita el final en el 97 lo vemos colocándose sus aparejos de hincha y vestido con la ilusión del milagro.
Le digo que la fuerza del Mallorca reside sobre todo en Lago Junior, futbolista que empieza a ser extraordinario tras la confianza adquirida en sus propias condiciones y en el magisterio de Salva Sevilla, ceniciento medio que fue nuestro de modo rocambolesco y que lleva más de quince años entre 1ª y 2ª. Ha gustado Estupiñán, el joven lateral izquierdo ecuatoriano que ha vuelto a España con la potencia que mostrara en Granada y Almería, desde el Watford inglés de Javi Gracia y Deulofeu, pero no me han dicho gran cosa ni el central Valejnt ni el delantero Budimir, de los que me habían hablado más que bien. ¡Ah!, Leo Suárez, el becario argentino del Villarreal, pongamos que ha estado voluntarioso y que Salva Sevilla no le deja sacar las faltas
Mi presi se envalentona y nos dice que si el Mallorca con esos jugadores mira a los play off, por qué no vamos a mirar nosotros a la salvación. No quiero alarmar, pero a mí me preocupa mas la salud del presi, de Paquito y demás fieles cordobesistas con el tobogán anímico que nos espera como el equipo consiga dos resultados seguidos positivos que todos los disgustos a los que creo estamos condenados por nuestro natural menesteroso.