Dos héroes de cuartos. Maathijs de Ligt y Heung Min Son
Francisco Javier Gómez Izquierdo
Me siento a poner algo sobre el desenlace de los cuartos con un extraño e indisimulado regocijo tras el sensacional espectáculo que nos han dado el City y el Tottenham en un partido de difícil repetición en el que un servidor deseaba el pase del Tottenham por resultarme estomagante el entrenador Guardiola con ese parla de individuo superior y con ese desprecio a “los otros”, y me refiero a cuando habla de fútbol, que uno no sabe si el hombre tiene complejo de balompédico S. Juan, por haber sido uno de los preferidos del maestro Cruyff, o simplemente es un fanático más de la biblia catalana. La penúltima memez del personaje fue preferir el 1-0 en contra al empate a cero en una interpretación de las matemáticas muy de secular escuela catalana, pero creo que la última majadería, mucho más perversa que sibilina, al sacudirse responsabilidad para con quien le paga con largueza y le proporciona jugadores contrastados con el argumento de que a él no le contrataron para ganar sino para jugar de una “determinada” manera, marca territorio definitivo con el vulgo inferior .
Ni qué decir tiene que me sumo a la alegría general desatada cuando el VAR ha anulado el gol del Kun en el 94 y ha propiciado la semifinal a un equipo diezmado en el que sólo en malévolas mentes cabe que la lesión de Kane en la ida haya sido consecuencia de charla técnica. De todos modos, ¡qué partidazo! ¡Qué alegía en el gol de Llorente, el insólito cambio de Sissoko! Hace tiempo que no disfrutaba de un duelo en el que se parte en teoría como espectador neutral. No. Yo no lo era. Es casi imposible encontrar espectadores totalmente neutrales ante un partido de fútbol, pues siempre hay un detalle que hace más atractivo un equipo que otro. Te inclinas por el débil por débil, el Tottenham hoy, o porque el portero, el 9 ó el central estuvieron en tu equipo ó por el más fuerte porque el entrenador es un tío legal y saca rendimientos extraordinarios a los jugadores que caen en sus manos. Esto suele ser así menos cuando se asiste a un partido del Ajax porque no sólo a un servidor sino a un elevado tanto por ciento de aficionados europeos nos brotó un irreprimible sentimiento de gratitud para toda la vida, hacia un futbolista, Johan Cruyff, y un equipo, el Ajax.
Convivir y educarse desde los 12 ó 13 años hasta los 20 con escolares deportistas de tu edad bajo disciplina ¡anatema! fortalece la mente, el sentido de la responsabilidad y hasta suele hacer hombres de provecho. Si estos mozalbetes son además escogidos entre los de mayor talento y practican las artes futbolísticas a la exquisita manera no queda otra que rendirse y agradecer a la escuela del Ajax que siga con los mismos principios fundacionales del gran Marinus Michels... y hoy se lo agradecemos a Erik ten Hag por haber sido capaz de emperejilar, como hiciera Van Gaal a mediados de los 90, tanto talento juvenil y emocionar en demasía no sólo a los nostálgicos sino también a esos nuevos aficionados a los que hemos contado quién, cómo y cuándo empezó el fútbol total.
Ha sido hermoso ver el triunfo -en la 2ª parte me fui de Barcelona, donde estaba todo el pescado vendido, a Turín- ante una Juventus siempre respetable pero pluscuanrespetada en octavos por el Atleti en aciaga y temerosa noche. ¡Cuán refrescante la insolencia de Neres! ¡Cuánta valentía en las llegadas de Van de Beek! ¿Y qué decir de la soberana presencia de un capitán de 19 años? ¿Es De Ligt más y mejor capitán que defensa central? Curioso que Davinson Sánchez de 22 años, central que causara sensación hace dos en el Ajax, se enfrente en semifinales a tan aventajado ¿alumno? Esta muchachada se va a desparramar por Europa y es posible que alguno de los virtuosos tenga que vérselas con su futuro club en semifinales y ¡Dios lo quiera! en la final. Me entristece un poco el que no se mantengan y perfeccionen un quinquenio juntos, como en los 70, para volver a disfrutar con otro nuevo Ajax legendario, pero el futbolista de élite es ya una empresa en sí mismo y a los De Jong, De Ligt ó Schöne ya hay mercaderes que los ven acompañando a Messi, ese monstruo sin igual, la próxima temporada.
Las otras dos eliminatorias de cuartos acabaron como se esperaba. El Barça, a pesar del sobresalto inicial dado por Rashford, despachó al United como lo que es. Un equipo con limitaciones sobre todo en defensa y no me refiero a De Gea, al que considero un excelente portero al que le han echado un mal de ojo -esos fallos no son de portero malo, son de sujeto embrujado- sino a ese Jones, ese Smalling o ese Young, tan grandes como inseguros. Sirva como atenuante que Messi está en plan devorador. Volví a fijarme en Pogba, el próximo jugador del Madrid, y todo lo que hizo, incluso las faltas, fue intrascendente. Para mí, que este gigante es problemático pero allá cada cuál.
El Liverpool parece que se ha paseado en Oporto con muchos goles, pero sin la emoción de este City-Tottenham que dará más que hablar en Inglaterra que ese brexit monotemático porque sí, el City cuela goles, pero encaja demasiados y si bienvenidos sean los cuatro de hoy, de nada sirven si te clavan tres. A ciertas alturas de competición esos inquietantes detalles en la zaga sólo le eran permitidos a un entrenador como Cruyff y a un equipo como el Ajax. Todo lo demás no deja de ser imitación. Es posible que muy lograda, pero imitación al fin.