martes, 10 de mayo de 2011

Viva la fiesta, si es pasión; y si no, no es nada

La Andanada

José Ramón Márquez

Hoy, la Feria. Las Ventas vuelven a quedar bajo el influjo del público feriante. En seguida añoraremos nuestros domingos de cuarto de entrada, pero, de momento, hoy, empieza la Feria. Sobre lo poco que nos gustan los carteles ya nos hemos pronunciado, no sirve insistir.

De la Feria en sí misma, en este día que comienza, me interesan las pequeñas cosas, pongamos tres. Por ejemplo me interesa mucho ver cómo sale July de ella, después del aperreo de Sevilla, con la Puerta del Príncipe convertida en puerta excusada por la incompetencia de la presidenta pelirroja. Ya se habrá dado cuenta el Importancias de que esta temporada no va a ser para él como la de 2010. La única baza que puede presentar frente al torbellino de Manzanares, si Julián es tan poderoso como dicen sus propagandistas, es empezar a anunciarse con toros de los que meten miedo, tragarse el ídem y poderlos. Mucho trabajo me parece para el Niño Eterno.

Me interesan también las posibles sustituciones, que tantas veces nos han arreglado la Feria. Ahora mismo ya está anunciado Fandiño por Curro Díaz, que se pierde la Feria a costa del desdichado percance de Sevilla. No debería olvidar el orduñés las circunstancias en las que se produjo su triunfo del otro día, que se debió a vérselas con un toro de cuajo al que presentó pelea, siendo sobre todo la hombría que demostró en ella lo que tapó los defectos de su toreo. Creo que con toros bobos pasará desapercibido.

Me interesa la vuelta de Partido de Resina a Madrid. Es mi ganadería favorita desde niño, y el año pasado dio la mejor corrida de la temporada en Las Ventas. El cartel de Domingo que le han preparado, con tres desconocidos, es impropio para un hierro que siempre ha estado en el cartel con toreros de tronío, desde Salvador Sánchez, Frascuelo, hasta Paco Camino, pasando por casi toda la lista, que no queremos hoy hablar de Manolete.

Por lo demás, ahí está la Andanada* esperándonos, como hace tantos años. Permanece el recuerdo de los que ya no están, de los que se aburrieron y perdieron la afición, de aquellos ancianos con los que ni nos atrevíamos a conversar, sólo a escuchar. Permanece como desde el primer día el gusto por el toro íntegro, encastado y fuerte, causa esencial de esta fiesta y de esta afición. Permanece también el gusto por una forma de torear y de ser torero que cada vez se ve menos, que desaparece ante nuestros ojos. Permanece, también como desde el primer día, la afición por esta fiesta que o es pasión o no es nada.



*La prensa periódica advierte a los empresarios que la andanada debe llamarse ANDANA, por ser la voz que significa el orden de algunas cosas puestas en línea; y que, ganen o pierdan el pleito, han incurrido en barbarismo, por haber echado mano impropiamente de una dicción que significa otra cosa muy distinta de lo que quisieron dar a entender.
EL DOCTOR THEBUSSEM

Un hombre y su sueño