Ignacio Ruiz Quintano
Por discutir de fútbol con David Gistau, que en plena euforia del tiqui-taca tilda de "charlatanes" a Mourinho y a Capello partiendo de los estilos de juego, una pregunta: ¿el estilo es el hombre o el estilo es la cosa? Frente a Cruyff, que cree que el estilo es el hombre, Mourinho y Capello postulan que el estilo es la cosa. Capello arrolló al Barça de Cruyff y Romario en Atenas. Mourinho , que ha jugado muy bien al fútbol con el Oporto y con el Chelsea, eliminó este año de Europa al Barça de Guardiola, ese muchacho indeciso que cambió a Eto'o por Ibrahimovic a precio de Cristiano Ronaldo, sin olvidarnos del metrosexual Chigrinski, que costó cinco mil millones de pesetas y no dio más que para ponerle nombre al blog de Ramón Reboiras. Así que, en esto del fútbol, uno ha llegado con los años a entender que, para ganar, vale lo que aconseja Patton para la guerra:
-Quiero que recordéis que ni un solo hijo de puta ha ganado jamás una guerra dando la vida por su país. La ganó haciendo a otros pobres cabrones idiotas morir por su país.
Holanda fue grande en el 74 y en el 78, y perdió. Hoy, que es pequeña, tendría todos los números para ganar a un Combinado Autonómico del Estado Español que sólo ha jugado bien contra Alemania, cuyos futbolistas fueron víctimas de lo que los psicólogos denominan "el reflejo tardío".
Por discutir de fútbol con David Gistau, que en plena euforia del tiqui-taca tilda de "charlatanes" a Mourinho y a Capello partiendo de los estilos de juego, una pregunta: ¿el estilo es el hombre o el estilo es la cosa? Frente a Cruyff, que cree que el estilo es el hombre, Mourinho y Capello postulan que el estilo es la cosa. Capello arrolló al Barça de Cruyff y Romario en Atenas. Mourinho , que ha jugado muy bien al fútbol con el Oporto y con el Chelsea, eliminó este año de Europa al Barça de Guardiola, ese muchacho indeciso que cambió a Eto'o por Ibrahimovic a precio de Cristiano Ronaldo, sin olvidarnos del metrosexual Chigrinski, que costó cinco mil millones de pesetas y no dio más que para ponerle nombre al blog de Ramón Reboiras. Así que, en esto del fútbol, uno ha llegado con los años a entender que, para ganar, vale lo que aconseja Patton para la guerra:
-Quiero que recordéis que ni un solo hijo de puta ha ganado jamás una guerra dando la vida por su país. La ganó haciendo a otros pobres cabrones idiotas morir por su país.
Holanda fue grande en el 74 y en el 78, y perdió. Hoy, que es pequeña, tendría todos los números para ganar a un Combinado Autonómico del Estado Español que sólo ha jugado bien contra Alemania, cuyos futbolistas fueron víctimas de lo que los psicólogos denominan "el reflejo tardío".