José Ramón Márquez
Los ciegos verán, los sordos hablarán y el mundo oirá
Isaías, 35 4-7
La espada justiciera. La espada, que es lo que hace que en los toreros prevalezca sobre esa condición la de ser matadores de toros. La espada, que a veces es la culpable de que las faenas no se rematen. Y los grandes estoqueadores, desde Frascuelo El Negro hasta Rafael Ortega o Uceda Leal; y los que la espada no ha sido su fuerte, desde Lagartijo el grande y Gallito hasta El Cid. Y los innovadores, Hillo define el volapié e indica con esa frase tan precisa que ‘al toro que no se parte, partirlo’ y modernamente los matadores atléticos Pepe Arroyo con sus estocadas eléctricas de zambullón, muy efectivas, y July, inventor del julypié, evolución de Hillo.
El otro día se dieron los premios de la casa de Misericordia de Pamplona y, sorprendentemente, el que le correspondió a El Cid fue el de la mejor estocada de la feria por la que le recetó al toro Caracol de El Pilar (fotografía número 35: click). No vi la corrida y no puedo juzgar. Los que estuvieron me hablan de nuevo de la pureza del toreo grande, de las series de naturales clásicos, cruzado con el toro, margaritas a los cerdos de las magras con tomate y del ajoarriero, a la chusma de las ‘alegres peñas’; los revistosos del puchero hablan como es habitual de que el toro de El Cid fue extraordinario -algún día descubrirán que posiblemente la labor del torero tenga algo que ver en que tantos de sus toros sean extraordinarios-, pero el premio es el de la estocada. Bienvenido el premio y enhorabuena al torero, a seguir rectamente por el camino del volapié, a ver si de esta manera nos quita la costumbre a los que le seguimos de cerrar los ojos cuando se tira a matar.
Y también es la espada justiciera quien le roba a July de sus galardones en la temporada triste de los hurtos por doquier. July el expoliado, la víctima de los robos, July sin aurículas, July maltratado por los presidentes, por los asesores, sino terrible de esta figura de época en esta época de decadencia, ninguneado al fin hasta por su propia espada… ‘la espada hurtó a July los trofeos’ decía el otro día una información. Espada ladrona, conchabada con el presidente y con el asesor y con los aguafiestas para ningunear al más grande desde Pedro Romero, al decir de los suyos, al inventor del julypie, a la víctima de los robos, de los asaltos, al desposeído.
-Su hijo es muy mal torero -le dijo en cierta ocasión el aficionado J. a don Julián, padre de July.
Entonces él, con palabras tomadas de Ozores, respondió:
-Pero tenemos muchísimo dinero…