jueves, 9 de enero de 2025

De justicias y agravios comparativos

Diario As del 30 de junio del 2002

 

Francisco Javier Gómez Izquierdo

 
        El Burgos desapareció por deudas en la temporada 82/83. Acabó 3º en la Segunda División, pero en aquellos años sólo libraron por impagos los que habían gastado lo que no tenían en adecentar los estadios para el Mundial. Sólo se supo de una buena gestión: la de Fermín Ezcurra en el Osasuna, pero a Osasuna no se le premió por su rigor y al Burgos se le descendió para que el resto de clubes hiciera oreja. Doce años después, 93/94 desapareció también por deudas el Real Burgos, club que ocupó el lugar del Burgos CF. En la 2001/02 el Burgos ya estaba otra vez en Segunda División y como no se constituyó en SA -sólo el difunto presidente Quintano Vadillo supo por qué- el Consejo Superior de Deportes no admitió
una moratoria el 30 de julio del 2002, y a los cinco minutos de comenzar el 1 de agosto, la Liga, la FEF, con la rúbrica del CSD... y con el regocijo de la AFE, el Levante se plantó en Segunda sustituyendo a mi equipo. Los periódicos nacionales anotaron que el señor Jorge Lucas, abogado del Levante, estuvo toda la tarde del 30 de julio en la sede del CSD haciendo su trabajo. Aizpurúa, portero y Txomin Larraínzar, defensa, ambos jugadores del Burgos, fueron traspasados al Levante en supongo provechosa negociación del señor Jorge Lucas y el célebre presidente granota don Pedro Villarroel con el ínclito Quintano Vadillo, presidente que huyó de Burgos dejando deudas en la ciudad, entre otras, unos dibujos que encargó a mi hermano Carlos. Al año siguiente llegaría también Rubiales, sindicalista con pretensión de hacer carrera, al Levante, club al que desde entonces tengo cierta manía.


     Hoy, el Levante que entrena esa excelente persona que es Julián Calero, no puede fichar porque debe no sé cuántos millones. Es cosa conocida que Liga no permite endeudarse dependiendo de unos porcentajes y baremos de imposible comprensión para servidor. El Burgos que ascendió hace tres años no ha podido hacer fichajes porque los Caselli, una familia argentina que prefirió "invertir" en el Burgos antes que en el River Plate, se llevó de El Plantío lo que aún nadie sabe. El Córdoba, cuyo propietario es el sultán de Bhareim, no puede gastar mas dinero en fichajes porque se ha de atener a lo que se conoce como fair play financiero, una figura que la conoce quien la conoce pero que entenderla no la entiende ninguno de los buenos aficionados con los que trato.

 
    Con estos antecedentes que servidor conoce de muy cerca y al comienzo de la verbena en Arabia, saltó la noticia de que el CSD permite que los jugadores Dani Olmo y Pau Víctor van a poder jugar en el Barça a pesar del fair play, las deudas milmillonarias y todos los quebrantamientos de la ley en materia presupuestaria perpetrados por don Joan Laporta. Al parecer se ha de preservar el derecho del trabajador Dani Olmo y Pau Víctor a desarrollar su profesión. Los locutores de la verbena celebraban eufóricos la buena noticia para los futbolistas sin pararse a considerar que Dani Olmo y Pau Víctor podrían jugar sin problemas en otro equipo y por supuesto en la selección. Que don Laporta se los deje, ¡yo que sé! al Betis, un poner, o la Real Sociedad. O puestos a garantizar la titularidad de ambos que se los deje al Córdoba o al Burgos. Serían los p... amos. Los locutores del movistar se ve que no están al tanto de las vicisitudes del Burgos.


         Se sabe que la política está presente en el fútbol, pero que entre pateando con tan rufianescas maneras y tomando a los aficionados no ya por tontos sin adjetivo, sino por tontos de baba tendría que hacernos renegar del fútbol de Primera y quedarnos en la Segunda y la Tercera donde los berrinches son muchos mas saludables.