miércoles, 29 de enero de 2025

Joselito



Ignacio Ruiz Quintano

Abc Cultural


Hay una ventolera de cursis que vuelven con el tabarrón de que los toros son el XIX y que el XXI es el fútbol, que es una cosa que, mucho mejor dicha, ya la dijo Foxá cuando decía que del imperio inglés sólo quedarían algunas adaptaciones de Shakespeare, el whisky escocés y, sobre todo, el fútbol, cuyo éxito consiste en avivar los sentimientos nacionalistas.


Don Mariano Benlliure tenía figuritas de toreros para su tapón de radiador cuando iba a las corridas, y estatuillas de futbolistas chutando cuando marchaba al estadio. No podían compararse unas con otras.


El secreto de los toros, dijo siempre Foxá, reside en que es un espectáculo anacrónico, y el anacronismo, como se sabe, es la ley de toda creación popular. “Cuatro arcángeles bajaban / y, abriendo surcos de flores, / al rey de los matadores / en hombros se lo llevaban”, cantó el pueblo para el entierro de Joselito, que había muerto en una plaza adosada a una iglesia con la maldición, dice la leyenda, de un ganapán de Torrijos.


El mayor mito del toreo debutó en Madrid el día de San Antonio de 1912. ¿Con novillos o con toros? Ésa es la cuestión. En el Cossío se dice que con toros –“corrida de toros, que no de novillos”–, pero porque Cossío cayó en la trampa de la hipérbole tendida por dos revisteros de época: Don Pío, gallista, y Don Modesto, bombista (y antigallista). Es la conclusión de José María Moreno Bermejo, extremeño de Trujillo y polígrafo a la española de la cosa de los toros, que ha tenido el amor y la paciencia necesarios para revolver los papeles que demuestran que lo que Joselito mató en Madrid el día de su debut fueron novillos. “Voy a ver si ‘arremedo’ a su matador de usted”, fue el brindis del crío a Don Pío en el sexto. El “matador de usted” era su hermano, Rafael el Gallo.


“¿Qué le ha parecido a usted el hermano del Gallo?”, preguntaron luego a Don Modesto. “No sé por quién me pregunta usted.” “Por Joselito.” “¿Joselito hermano del Gallo? Hombre, no. Usted se equivoca. El Gallo es el que es hermano de Joselito. Parece lo mismo, y, sin embargo, hay mucha diferencia.” “Bueno, ¿y qué le ha parecido a usted?” “¿Joselito? Pues... un fenómeno. Con el capote creo que hoy no tiene rival. Con la muleta recuerda a los mejores toreros en sus buenas faenas, y con las banderillas, un coloso. ¡Así, como suena!” “¿Y con el estoque?” “Pues, con el estoque, es un Frascuelo... comparado con su hermano.”