lunes, 3 de diciembre de 2018

Las votaciones en Andalucía

 Del verbo "Embasar"
Profesora de Lengua y Literatura

Del verbo "Excolerizar"
Delegada de Educación de la Junta de Andalucía en Córdoba


Francisco Javier Gómez Izquierdo

       Hace años, unos treinta, que no participo en los berenjenales de las votaciones, y las de ayer en Andalucía las pasé en mis cosas: paseo mañanero, acompañé a mi doña al colegio electoral -ella sigue creyendo en el negocio- y me metí en casa a ver a la Real, al Atleti y al Barça. Cuando a las ocho y media pasamos a “la nuestra”, la cadena del régimen andaluz, las caras de los locutores, un hombre y una mujer, eran de misterio doloroso. Las de los dos analistas masculinos y los dos femeninos, más que de estupefacción, parecían comenzar el camino de una pesadilla horrorosa que además estaban allí para explicarla. Uno de ellos con barba entrecana se resistía a aceptar el sondeo del  ABC y hasta se indignó cuando uno del partido Vox hizo unas declaraciones eufóricas sin que empezaran a salir los resultados.Cambiábamos de cadena, extrañados de ver gente tan compungida y en la cadena uno salía el cálculo del profesor, que lo fue de mi doña, Tezanos, el jefe del CIS, que ponía a doña Susana Díaz junto a doña Teresa Rodríguez al frente de una Junta en la que desde que vine en el 88, he conocido siempre de los mismos.
     
No voto por muchas razones que no vienen a cuento -seguro que estoy equivocado-, pero en estas andaluzas me vi especialmente tan despreciado y excluido por doña Teresa Rodríguez a la que oí gritar un día mientras comía en la mina que los xenófobos son los que vienen  “d’afuera de Andalucía, de Despeñaperros p’arriba” que claro, castellano viejo que es uno, para evitar la mínima sospecha de cometer el delito de xenofobia, me abstuve. Como casi todos los andaluces, dicho sea sin ánimo de señalar, pero guardo el colegio y el número de mesa por si a los comisarios les da por hacer comprobaciones en la participación. Aire fresco dicen de esta joven antisistema, anticapitalista y antinosecuántos que no es extrema en nada conforme a los usos de los tiempos y de la que creo han de cuidarse, a mi parecer, los padres de los niños del colegio en el que pueda dar clase si hace lo que debe conforme a sus principios, y abandona la política, porque “la gente” ya no la quiere. Una profesora de lengua y literatura que compara al Bódalo brutal maltratador de embarazadas con Miguel Hernández y escribe envases con “b” no quiero que mis hijos la vean ni en pintura. Y menos de profesora.
        
A mí particularmente, que no tengo “paguita”, ni puesto de trabajo en la Junta o en alguna de sus empresas paralelas y que nada tengo que agradecer, al contrario, a un Régimen que sobrepasaba ya lo intolerable, lo que más me ha dolido y por supuesto preocupado durante los últimos 20 años, es la gestión educativa. He padecido a una tal María del Mar Moreno, obsesionada en perseguir con mil atrocidades a los buenos alumnos, a los de sobresaliente, con un odio irracional que yo creo debía ser delito. Que también conste que se lo dije por escrito en su día. Me malicio que ese regalo del Bachillerato para los malos estudiantes que se ha sacado de la manga el gobierno de don Pedro Sánchez viene promovido por la vicepresidenta de Cabra, doña Calvo, que en su día tuvo las cosas del saber andaluz entre sus manos. Creo que a ese continuo arreglar España (lo de Franco, lo de Cataluña, lo del machismo...) de doña Calvo, que ni es andaluz, ni castellano, ni francés, ni de ningún lado, ha hartado (“jartáo”) a los andaluces pues no se reconocen cuando la señora de Cabra dice: “...los españoles y españolas nos piden...”, “..las ciudadanas y ciudadanos quieren de nosotros..” “...vamos a dar a todas y todos...”, como si los españoles la hubieran votado y no supieran (muy tontos nos quiere ella) que es una vulgar usurpadora que quería asustar cuando hablaba de “lasss derechassss” y aterrorizar ahora cuando presumiendo de profesora, (¡qué nivel, madre mía!) de Derecho Constitucional, dice a quien quiera oírle que Vox es anticonstitucional. Sus sostenes en el gobierno, Rufián, Torra, Puigdemont, Tardá, Otegui... llevan la Constitución que ¡ojo! ella ha enseñado en la UCO, por bandera. ¡Ah! y decir a Ortega Lara, un señor de Gamonal con el que un servidor tomó en su juventud más de cinco claretes,  que vuelva al zulo no es ultranada, ni ignominioso, ni siquiera reprochable. Es, conforme a la doctrina de doña Calvo, constitucional.
    
Y por cierto, lo del CIS, además de para vivir del cuento ¿para qué otra cosa sirve?
    Me olvidaba del Canal Sur. Espectaculares las componendas del de la barba entrecana para que sigan gobernando los suyos. “Ya están aquí”, bramaba histérico mientras escuchaba un “no pasarán” y otro“Sevilla será la tumba del fascismo” ridículas soflamas y para mí que hasta analfabetas gritadas a coro desde el hotel en el que el Kichi escribió a las ocho: “..aquí, esperando cosas bonitas” o una cosa así. El otro analista, más comedido, asumía el duelo con mayor entereza pero se cuidó de confesar "..han perdido los nuestros".