jueves, 8 de marzo de 2018

La Juve

Altiva seriedad


Francisco Javier Gómez Izquierdo

       Existe una aristocracia en el fútbol que nadie debe despreciar. En lo más alto de esa nobleza hay mayoría absoluta de clubes masculinos como R. Madrid, Barça, Bayern y quizás el United, pero hay una “vieja señora” a la que se debe el máximo respeto, sin necesidad de recursos feministas. La Juventus arrastra una leyenda de gran dama rica y elegante y en su presencia sólo cabe el respeto y mucha concentración para doblegarla. El Tottenham, tirando de soberbia propia y jaleado por el periodismo europeo que ya lo veía, como ve al PSG y al otro Manchester, alternativa a “la casta”, descuidó  un detalle decisivo en el fútbol actual: el valor del lateral.
       
Quizás sea un poco fetichista, pero me fijo mucho en los laterales y ayer la Juve empezó haciendo aguas por los costados con Son, ¡un coreano!, imponiendo un ritmo y una superioridad que acabó por desquiciar a toda la retaguardia italiana. Menos mal que estaba Matuidi, mi Matuidi, ocupado ya exclusivamente en labores defensivas, arreglando los desbarajustes de Sandro y Barzagli sobre todo.

La Juventus pareció desarbolada y sólo Douglas Costa, un futbolista que a mí me parece extraordinario y al que le falta poeta que le cante como cantan a Dybala, por ejemplo, amenazaba una defensa inglesa que llamaba la atención por la disciplinada línea adelantada de la que empecé a sospechar descuidos en sus laterales. Sobre todo el izquierdo, Ben Davis, que lleva dos treses en el dorsal, como para reafirmar un puesto vital que suele escasear excepto en los seteros valencianos, cuna de los mejores.

     Allegri, descabalgado de la competición de competiciones con el 1-0 de Son, reparó las enormes deficiencias en el lateral derecho y sacó a Lichsteiner, que aunque suizo es junto a Buffon y Chiellini (sigue sin convencerme), el mejor ejemplo de los valores “bianconeros”(qué bonito adjetivo): firmeza, compromiso, máxima exigencia, carácter no exento de elegancia y sobre todo “autoridad” hasta en la mirada. Lichsteiner que suele gastar genio intimidatorio, se comió a Davis en el gol del empate y en el 1-2 de Dybala el lateral inglés andaba en cavilaciones sobre cómo tirar la línea del fuera de juego sin cartabón. Se delató como se delatan todos los defensas que se equivocan: levantando la mano para que la viera el linier.

      Pasan la Juve y el Madrid, últimos finalistas. Dos de los de siempre. Pasa también el Liverpool al que los aficionados ponemos entre los elegidos, en un nivel digamos inferior. Eso sí, este Liverpool de Klopp es capaz de cualquier cosa porque veo que es muy difícil ganarlo. Y por último el City de Guardiola, del que tanto se espera y que a mí me parece muy mejorable en defensa. ¡Ah, los laterales!