Juan Tellería
Ignacio Ruiz Quintano
Abc
El legado franquista más popular es el culto al “Estado español”, religión fundada en septiembre del 36 por decreto militar en un aeródromo de Salamanca.
Ahora, en español de perros y con apoyo de la “intelectualidá”, los comunistas hacen un “Llamamiento por la confluencia política y electoral de las fuerzas del cambio en el Estado Español”, del que llevan mamando cuarenta años.
–El malestar y la desesperación de las y los desfavorecidos obligan a unirse para… revertir las políticas austeritarias y frenar el ecocidio.
Y lo que buscan hablando como indios atragantados con una quena es… “un partido-movimiento que lo sea de verdad” mediante decreto de unificación por el partido único y su sindicato vertical.
Del cómico Tejero, que firma con la “intelectualidá”, alguien dijo que “igual es un poco forzado llamarle intelectual”, y la contestación del aludido fue que le comieran el rabo, algo muy Siglo de Oro con las disputas entre Góngora (“¡Ay, Dios!, ¿qué comí / que me supo así?”) y Quevedo (“No se tome en la boca el perro muerto”).
–A ver si me explico: soy artista, homosexual, apoyo a Podemos… –tuiteó luego el tal Tejero.
Como Auserón, que también apoya a Podemos, y haciéndose latinoché, pasa de tocar en Morata de Tajuña a tocar en Madrid, y con pregón de San Isidro.
Todo tiene su momento oportuno, enseña al español el Eclesiastés. Compárese, si no, la cárcel a dos tipos de Quijona por poner en misa un remix del “Cara al sol” (“y crear una situación de desconcierto generalizado”) con la multita a la Sissi de Carmena por asaltar la capilla de la Complutense al grito de “¡Arderéis como en el 36!”
Cuenta Cañabate que Tellería fue a registrar su “Cara al sol” el 8 de julio del 36, y dio como autor de la letra al Arcipreste de Hita. Acusado por los chequistas de la autoría, se defendió diciendo que era muy prolífico y no se acordaba:
–Si alguno de los señores del tribunal recuerda el “Cara al sol” y me lo canta, yo le diré si es mío o no.