sábado, 23 de abril de 2016

Columnismo


Camino de Valladolid

Ignacio Ruiz Quintano
Abc

El otro día, con el periodismo copado por la pinza de Luis Enrique en Barcelona y Pablemos en Madrid, acabé en un congreso de columnismo en Valladolid, cuyo patrón, San Pedro Regalado, lo es también de los toreros porque en Pucela despachó a un toro a lo Fortuna en la Gran Vía madrileña.

Escribir en ABC es como hablar en un balcón de la Gran Vía –dirá Pemán, que escribe, y es su secreto, no para la prisa del desayuno, sino para el reposo de la cena.

Parar, templar y mandar. Noticia (el toro), ensayo (faena) y poema (estocada). “Palante” y “padentro” (lo contrario del toreo actual). La columna, que ha de arrancar como el famoso folleto del abate Sieyes:

¿Qué es el Tercer Estado? Todo. ¿Qué ha sido hasta hoy en el orden político? Nada. ¿Qué pide? Llegar a ser algo.

Ahí os quiero ver, periodistas del estilo directo.

Con esa entradilla el abate Sieyes trajo la Revolución, pero cuando se dejó de oír la guillotina le preguntaron qué había hecho, callado como un tuso, durante el Terror. “He vivido”, contestó.

Lo que se necesita son hombres que naden contra corriente –pedía Pulitzer, el del Premio.

Así que, contra corriente, en el Día del Libro hay que decir a los estudiantes que hoy hay vida sin libros: en el periodismo, si no te importa hacerte pobre, o en la política, si no te importa hacerte rico.
Lincoln, que era autodidacta de un solo libro, estudió a Euclides en el Congreso siendo cuarentón. Y Cánovas, que pedía a su descocado electorero Romero Robledo que le buscara jóvenes descollantes del Ateneo y la Prensa, andaba por el Congreso con un libro del veinteañero Menéndez y Pelayo en la mano, “y eso diré que es una gran propaganda”, anotaban los cronistas.

Ahora, Rajoy, que no sabe que Cervantes era catalán, despacha a Puigdemont con un “Quijote” como Zapatero, que no sabía que Santa Fe está en Granada, despachó a Obama con unas Capitulaciones de Santa Fe, “la ciudad capital más antigua de Estados Unidos”. Tan pichi.