domingo, 30 de octubre de 2011

Joaquín Camargo Gómez, El Vivillo

El Vivillo con el director de la cárcel de Córdoba y varios periodistas

Lleva ya casi dos meses en Madrid y aún no ha conseguido nada que pueda interesarle para orientar su nueva vida. Cierta noche, en una tertulia de toreros a la que con frecuencia asiste, se ponen a hablar de caballos. El Vivillo deja a todos sorprendidos con sus conocimientos en esta materia. Les explica con minuciosidad y múltiples ejemplos cómo los animales expresan con el movimiento de sus orejas todo lo que al jinete le conviene conocer si sabe leerlo.

-¿Será usted entonces un gran jinete?

-Puedo ponerme onde el primero.

-¿Se atrevería usted a picar toros?

-Yo me atrevo a too. A mí no me asusta ná.

-¿Acepta, entonces?

-Si me convienen las condisiones...

A Joaquín Camargo le agrada la idea. Asiste durante varios días a la plaza de toros de Vista Alegre y en su patio de caballos se ejercita. Hace su debut en Linares el 17 de septiembre formando parte de la cuadrilla de Antonio Moreno, "Morenito de Alcalá", y el día primero de octubre sale al ruedo de Madrid. Sus esperanzas se ven fallidas.

Fracasado en lo taurino, decide probar suerte como autor de teatro.
BANDIDOS CÉLEBRES ESPAÑOLES, 1973 / F. HERNÁNDEZ GIRBAL

Cartel de la presentación de El Vivillo como picador de toros

El Vivillo el día de su presentación como picador
en la plaza de toros de Vista Alegre, de Madrid