ÉTICA PARA AMADOR
José Ramón Márquez
En los toros hay días que se hace el reconocimiento y otros días que lo que se hace es una rueda de reconocimiento. El modelo de lo segundo es más del tipo de la Plaza de Castilla. Y es el que hoy se ha dado en Las Ventas.
Bien, pues al parecer, de los miles de toros que atesora la dehesa El Grullo, ornada por las adelfas que acompañaron los últimos momentos de la vida del Padre Idílico y ahora observan la mejoría del tontiloco de Arrojado; en esa vacada de torillos amables y corretones, resulta que no hay una corrida para Madrid. El otro día se agotó la camada con idas y venidas de camiones de Cádiz a Las Ventas, éste sí, éste no, éste me le como yo, para componer la inmundicia que nos echaron el día del Patrón, el esperpento en el que, para que nada faltara, hasta hubo un toro de repesca de entre los desechados, para cerrar adecuadamente el círculo de la farsa abominable del antitaurinismo.
Y hoy, corrida de expectación, no hay en El Grullo toros para Madrid. Ahí están los cercados con las corridas, la de la aparición de Tomás en Valencia, la de Málaga, la tontería que van a montar en Bilbao, la del fin de los tiempos en Barcelona, todas las corridas entre las adelfas y no hay toros para Madrid.
Aprobaron en la rueda de reconocimiento a cuatro del Cuvillo, ¡válgame Dios! Y remendaron con dos de Ortigao Costa. De estos dos uno ya fue sobrero ayer, Amador, número 24. Ayer pasó con la opinión favorable del Presidente imperando sobre el dictamen de los veterinarios. Hoy lo matará a estoque y julipié el July, torero poderoso.
En los toros hay días que se hace el reconocimiento y otros días que lo que se hace es una rueda de reconocimiento. El modelo de lo segundo es más del tipo de la Plaza de Castilla. Y es el que hoy se ha dado en Las Ventas.
Bien, pues al parecer, de los miles de toros que atesora la dehesa El Grullo, ornada por las adelfas que acompañaron los últimos momentos de la vida del Padre Idílico y ahora observan la mejoría del tontiloco de Arrojado; en esa vacada de torillos amables y corretones, resulta que no hay una corrida para Madrid. El otro día se agotó la camada con idas y venidas de camiones de Cádiz a Las Ventas, éste sí, éste no, éste me le como yo, para componer la inmundicia que nos echaron el día del Patrón, el esperpento en el que, para que nada faltara, hasta hubo un toro de repesca de entre los desechados, para cerrar adecuadamente el círculo de la farsa abominable del antitaurinismo.
Y hoy, corrida de expectación, no hay en El Grullo toros para Madrid. Ahí están los cercados con las corridas, la de la aparición de Tomás en Valencia, la de Málaga, la tontería que van a montar en Bilbao, la del fin de los tiempos en Barcelona, todas las corridas entre las adelfas y no hay toros para Madrid.
Aprobaron en la rueda de reconocimiento a cuatro del Cuvillo, ¡válgame Dios! Y remendaron con dos de Ortigao Costa. De estos dos uno ya fue sobrero ayer, Amador, número 24. Ayer pasó con la opinión favorable del Presidente imperando sobre el dictamen de los veterinarios. Hoy lo matará a estoque y julipié el July, torero poderoso.