TITIRITEROS
-El domador no ofrecía ese aire, entre petulante y grotesco, tan común a los acróbatas de barracas y gentes de feria: era sombrío, joven, con aspecto de gitano, el pelo negro y rizoso, los ojos verdes, el bigote alargado en las puntas por una especie de patillas pequeñas, y la expresión de maldad siniestra y repulsiva.
ZALACAÍN EL AVENTURERO / PÍO BAROJA
Ignacio Ruiz Quintano
-El domador no ofrecía ese aire, entre petulante y grotesco, tan común a los acróbatas de barracas y gentes de feria: era sombrío, joven, con aspecto de gitano, el pelo negro y rizoso, los ojos verdes, el bigote alargado en las puntas por una especie de patillas pequeñas, y la expresión de maldad siniestra y repulsiva.
ZALACAÍN EL AVENTURERO / PÍO BAROJA
Ignacio Ruiz Quintano