martes, 3 de mayo de 2011

Buffalo Cruyff


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

La captura («vivo o muerto») de Bin Laden ha tapado los sermones de Méndez y Tocho a los cinco millones de parados, pero no la lata de la Liga de Campeones. Y lo que más escama en este guerracivilismo futbolero Madrid-Barcelona es la obsesiva preocupación de los culés por los valores del Madrid. Cruyff, el amigo de Roures, dando clases de valores es un espectáculo que no se veía desde Buffalo Bill. ¡Buffalo Cruyff! Éste escribe artículos destinados a barajar los mitologemas del «excepcionalismo» catalán. Él, padrino de Stoichkov, señaló a Pepe para los árbitros. Basa su autoridad en su amistad con Valdano y en «Las Cuatro Ligas», dos de las cuales le cayeron porque el Tenerife de Valdano ganó al Real Madrid con errores de García de Loza y Gracia Redondo, y una tercera porque Djukic falló un penalti para el Deportivo. Cruyff es al mito catalán del tiqui-taca lo que Bill al mito americano del pim-pam-pum...

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