Ricardo Bada
Fue mi amiga. Una escritora austríaca. La semana pasada puso fin a su vida arrojándose a las aguas del Danubio, en Viena. Le rindo el homenaje de publicar diez poemas suyos que intenté aproximar a nuestro idioma y publiqué allá por 1980 en el suplemento cultural de Nuevo Diario, en la Managua del primer sandinismo.