José Ramón Márquez
Para honrar a San Julián, Julián ben Tauro para el siglo, otro Julián, July para el siglo, ha dictado en la Monumental de Cuenca una de sus características faenas que tienen como principal fin el de excitar la pluma de sus hagiógrafos.
-¿Hubo robo?
-Esta vez no. El pastueño presidente sacó el pañuelo orejero y se llevó dos, como debe ser.
-Entonces, hubo importancia.
-Importancia a raudales. Tandas ligadas, temple y profundidad, y estocada al julipié. Todo importante.
-¿Y el toro?
-El toro bien, gracias. Santacoloma de Ana Romero.
-¿Santacoloma? Es verdad. Santacoloma de Alcalá de los Gazules, el pueblo de Bibiana.
- Me imagino que Don Julián estará el hombre la mar de feliz.
-Don Julián con su puro, el hombre, como siempre.
-¿Puro Don Julián?
-No. Puro de Don Julián, que no es lo mismo, que él los prefiere de más tronío, aunque se llamen Ramón Allones o Don Edmundo de Montecristo.
-Pues vea usted que la corrida fue la corrida de los julianes. San Julián de Cuenca, Don Julián de su pueblo y July de Velilla de san Antonio.
-¡Cuánta Julianez!
-Pues creo que el presidente también se llamaba Julián.
-¿Sí?
-Bueno, eso me han dicho unos de Cuenca que estuvieron en los toros.
-¿Sabe usted qué le digo?
-Diga...
-Pues que con tanto Santacoloma feble, tanto July, tanto Don Julián, y sin hacer de menos al santo, que ya sabe usted que sus restos los quemaron en el 36 por las cosas de la memoria histórica, yo en vez de pegarme esa inmersión de julianes, mejor me habría ido a La Ponderosa a dar fin de una perdiz escabechada, un morteruelo y un tomate como ellos los aliñan con un buen tintorro de la zona y no cambio esos manjares por la pantomima del July, que me digan lo que me digan no me la creo, que ahora resulta que el tío para hacerse el machote se tiene que ir a matar Santacolomas de los Gazules en Cuenca, que se dice pronto... (etc.)
-¿Hubo robo?
-Esta vez no. El pastueño presidente sacó el pañuelo orejero y se llevó dos, como debe ser.
-Entonces, hubo importancia.
-Importancia a raudales. Tandas ligadas, temple y profundidad, y estocada al julipié. Todo importante.
-¿Y el toro?
-El toro bien, gracias. Santacoloma de Ana Romero.
-¿Santacoloma? Es verdad. Santacoloma de Alcalá de los Gazules, el pueblo de Bibiana.
- Me imagino que Don Julián estará el hombre la mar de feliz.
-Don Julián con su puro, el hombre, como siempre.
-¿Puro Don Julián?
-No. Puro de Don Julián, que no es lo mismo, que él los prefiere de más tronío, aunque se llamen Ramón Allones o Don Edmundo de Montecristo.
-Pues vea usted que la corrida fue la corrida de los julianes. San Julián de Cuenca, Don Julián de su pueblo y July de Velilla de san Antonio.
-¡Cuánta Julianez!
-Pues creo que el presidente también se llamaba Julián.
-¿Sí?
-Bueno, eso me han dicho unos de Cuenca que estuvieron en los toros.
-¿Sabe usted qué le digo?
-Diga...
-Pues que con tanto Santacoloma feble, tanto July, tanto Don Julián, y sin hacer de menos al santo, que ya sabe usted que sus restos los quemaron en el 36 por las cosas de la memoria histórica, yo en vez de pegarme esa inmersión de julianes, mejor me habría ido a La Ponderosa a dar fin de una perdiz escabechada, un morteruelo y un tomate como ellos los aliñan con un buen tintorro de la zona y no cambio esos manjares por la pantomima del July, que me digan lo que me digan no me la creo, que ahora resulta que el tío para hacerse el machote se tiene que ir a matar Santacolomas de los Gazules en Cuenca, que se dice pronto... (etc.)