Recordarán nuestros lectores que hace dos o tres días dimos cuenta de haber sido encontrado en una tapia del cementerio de Hospitalet una caja de tabaco que contenía el cadáver de un niño con señales de extrangulación.
Practicadas diligencias por el celoso juez de 1ª instancia de San Feliu de Llobregat, se nos dijo anoche que realmente se trata de un crimen y que el criminal está confeso y en poder de la justicia.
Parece, según referencias que hemos oído, que el autor del horrible crimen es un guarda consumos de Sans, el cual en un arrebato de sus malos instintos extranguló a su propio hijo.
Aunque no podemos responder de la referencia, se dice que el criminal, a las preguntas del juez, no ha sabido contestar sino que su hijo estaba enfermo, que no podía mantenerlo ni costear los gastos de la enfermedad, y que por esto lo mató.
Sin embargo de que Sans, residencia del criminal, no corresponde a la jurisdicción de San Feliú de Llobregat, cuyo juez instruye el sumario, el dignísimo funcionario ha podido actuar fuera de su término judicial en virtud de facultades concedidas por la ley de Enjuiciamiento.
Aunque el hallazgo del cadáver ocurrió en término de San Feliú, el Juzgado sospechó que el crimen era de algún pueblo lejano, y aunque al principio se practicó alguna diligencia dentro de Hospitalet, pronto el Juzgado se puso en la verdadera pista del criminal, conforme demuestra el resultado obtenido.
Repetimos que no respondemos de la exactitud de los datos, pero a ser exacta en todas sus partes esta referencia, como parece que lo es, el examen del Registro civil de nacimientos en estos últimos años, en algunos de esos pueblos, puso al juzgado en la verdadera pista.
Por ese medio se llegó a la identificación del cadáver, y con otras investigaciones se dio con el estanquero que había vendido al criminal el cajón de cigarros que había de servir de ataúd al cadáver del pobre niño. Por supuesto sin sospechar el vendedeor el destino que se le daba a la mercancía vendida.
El Juez de San Feliú y sus auxiliares merecen aplausos por este servicio.
Practicadas diligencias por el celoso juez de 1ª instancia de San Feliu de Llobregat, se nos dijo anoche que realmente se trata de un crimen y que el criminal está confeso y en poder de la justicia.
Parece, según referencias que hemos oído, que el autor del horrible crimen es un guarda consumos de Sans, el cual en un arrebato de sus malos instintos extranguló a su propio hijo.
Aunque no podemos responder de la referencia, se dice que el criminal, a las preguntas del juez, no ha sabido contestar sino que su hijo estaba enfermo, que no podía mantenerlo ni costear los gastos de la enfermedad, y que por esto lo mató.
Sin embargo de que Sans, residencia del criminal, no corresponde a la jurisdicción de San Feliú de Llobregat, cuyo juez instruye el sumario, el dignísimo funcionario ha podido actuar fuera de su término judicial en virtud de facultades concedidas por la ley de Enjuiciamiento.
Aunque el hallazgo del cadáver ocurrió en término de San Feliú, el Juzgado sospechó que el crimen era de algún pueblo lejano, y aunque al principio se practicó alguna diligencia dentro de Hospitalet, pronto el Juzgado se puso en la verdadera pista del criminal, conforme demuestra el resultado obtenido.
Repetimos que no respondemos de la exactitud de los datos, pero a ser exacta en todas sus partes esta referencia, como parece que lo es, el examen del Registro civil de nacimientos en estos últimos años, en algunos de esos pueblos, puso al juzgado en la verdadera pista.
Por ese medio se llegó a la identificación del cadáver, y con otras investigaciones se dio con el estanquero que había vendido al criminal el cajón de cigarros que había de servir de ataúd al cadáver del pobre niño. Por supuesto sin sospechar el vendedeor el destino que se le daba a la mercancía vendida.
El Juez de San Feliú y sus auxiliares merecen aplausos por este servicio.
...21 de Abril de 1899