Ignacio Ruiz Quintano
Suráfrica 2010, el Mundial de fútbol más ratonero de la historia (¡Forlán, mejor jugador del torneo!), nos ha dejado una Copa del Mundo y el descanso de no escuchar por un tiempo a Carlos Martínez, el comentarista de Canal Plus, un David Cubedo de la épica al por menor, pero sin estudios, y esta diferencia mata (al espectador). En la selección de los Países Bajos, Robben fue un futbolista lúser que regaló a la Colorá la Final. En la selección de los Países Chaparretes,Villa fue el epígono de Eloy.("¡Balones altos a Eloy!", gritaba Miguel Muñoz en México.) Enhorabuena al pulpo Paul, que nos ha bendecido con el primer Mundial africano. Ahora sí que África empieza en los Pirineos, como demostró Jimmy Jump, el cerebro del nacionalismo catalán más internacional.
Suráfrica 2010, el Mundial de fútbol más ratonero de la historia (¡Forlán, mejor jugador del torneo!), nos ha dejado una Copa del Mundo y el descanso de no escuchar por un tiempo a Carlos Martínez, el comentarista de Canal Plus, un David Cubedo de la épica al por menor, pero sin estudios, y esta diferencia mata (al espectador). En la selección de los Países Bajos, Robben fue un futbolista lúser que regaló a la Colorá la Final. En la selección de los Países Chaparretes,Villa fue el epígono de Eloy.("¡Balones altos a Eloy!", gritaba Miguel Muñoz en México.) Enhorabuena al pulpo Paul, que nos ha bendecido con el primer Mundial africano. Ahora sí que África empieza en los Pirineos, como demostró Jimmy Jump, el cerebro del nacionalismo catalán más internacional.