Cuando La Plaga azotó a Inglaterra, entre 1665 y 1667, las universidades enviaron los alumnos a sus pueblos de origen. Un estudiante, de 23 años, con el primer cartón de grado de Cambridge, regresó a casa.
Condenado al ocio, se recostó sobre el tronco de un árbol. Y cayó una manzana.
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Condenado al ocio, se recostó sobre el tronco de un árbol. Y cayó una manzana.
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