Zapatero, faltaría más, ha presentado esta barbaridad como la reforma más importante de la historia bancaria española. Probablemente tiene razón. Es la barbaridad más grande y más profunda que podía haberse perpetrado en toda la historia de la banca española, cuya gloria, precisamente, no son los bancos sino las cajas de ahorros, el gran invento de la Iglesia para combatir la usura...
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