viernes, 4 de diciembre de 2009

VIERNES, 4 DE DICIEMBRE


CATALUÑA SIN TOROS. ¿Y QUÉ?

El adiós a los toros en Cataluña importa menos que el Adiós a la vida de Tosca. ¿Qué feria nos perdemos? ¿Las galas del Emo de Galapagar? Ésas son ambulantes. Como ha dicho el dueño de Idílico, "si José Tomás no está en Sevilla, me llevo la corrida a Málaga". El trapío, desde luego, no iba a ser un problema. Y si lo de Sevilla se puede echar en Málaga, lo de Barcelona se podrá echar en Castellón.

-Aunque parezca lo contrario -dijo Cambó en su día-, ningún pueblo es tan sentimental como el de Cataluña: nunca, nunca ha reaccionado por otros motivos que los sentimentales.

Barcelona, en efecto, le ha cogido cariño a Tomás, pero más al Estatuto, en cuyo altar hay que sacrificar al toro. Si se les deja que prohíban el idioma español, ¿por qué no se les va a dejar que prohíban el toro totémico? En cualquier caso, en Barcelona está Jaime Sisa, que con versos de Gimferrer puede componer para el Liceu una zarzuela taurina que arranque de los nostálgicos catalanes lágrimas cuadradas. La base: Qualsevol nit pot sortir el sol. Esa noche, en el palco, no faltaría ni Valdano, vestido de argentino engominado que fuma cigarrillos egipcios perfumados.

Donde hay que pelear por que no nos quiten los toros es en Madrid, y Cuvillo, de momento, ya tiene apalabradas tres corridas.

Ignacio Ruiz Quintano