En el puesto del mercado de Barbate donde suelo permitirme algún capricho por este tiempo de atunes, el propietario enseña esta mañana unas morenas que es pieza que gusta mucho a los pescadores del Estrecho. Tanto lo celebran que no acabo de comprender los elogios de los trabajadores de la almadraba, ¡la gente del atún!, a tan, a su parecer, sabrosísimo bocado.
Hace tiempo probé la morena, con mucho reparo, la verdad, y sería capaz de volverla a comer si en cuadrilla se pidiera para compartir -suele servirse frita-, pero a mí me va más el atún almadrabero, por supuesto, o el tiburón cazón y los benditos salmonetes que acarrea nuestro buen hombre.
F.J.G.I.