viernes, 15 de abril de 2022

Jueves Santo. Orgullo cofrade

 







Francisco Javier Gómez Izquierdo

 
      A Córdoba no ha llegado aún la rivalidad entre la Macarena y la Esperanza que tanto emociona y entusiasma a los sevillanos, pero el Jueves Santo respira una competencia entre Hermandades que a uno le parece sanísima porque cada cual tiene a su imagen no ya como la primera sino la seguridad de que su no existencia sería una desgracia para la Semana Santa de la ciudad. Al capillita cordobés no le sobra ninguna Cofradía. Visita y admira a todas y a veces coge detalles ajenos que cree oportuno que tengan en cuenta sus hermanos. El cofrade cordobés puede tener tanta pasión y sentimiento como el más redomado sevillí, pero reconoce que la madrugá es la madrugá y allá que se va sin dudarlo.
     

"Nuestra Angustias es de Juan Mesa y con eso está dicho tó" sentencia sonriendo un vecino de San Agustín. Las Angustias, "..me han encargado una Virgen triste.."  consta en documentos como la última obra del gran escultor cordobés alumno de Martínez Montañés que la entregó a los agustinos"... le faltan tres días de labor.." conforme escribió en su testamento poco antes de morir en 1627. Si. Es decir Juan de Mesa y no hay más que hablar en Andalucía. "Oiga y en Vergara de Guipúzcoa, y en Valladolid, y... muchas obras atribuidas a Martínez Montañés que sepa usted que son de Juan de Mesa".
    "De la Caridad fueron hermanos los Reyes Católicos y Carlos V y Felipe II. Es la que más público arrastra con diferencia" pontifica ante un medio de vino un carpintero del Compás de San Francisco. Este año no. Este 2022 no han venido los legionarios y no ha habido apreturas para acercarse al Cristo. Las madres han podido tocar el trono con la mano que posarán en la frente de sus criaturas." ¿El Caído? Hombreee, el Caído. Lagartijo y Manolete han sido hermanos mayores en el Califato del Gran Toreo... además ¿ha visto usted la bajada de San Cayetano?" explica tieso un señor mayor que dice fue apoderado. Tras el Caído van los toreros y es imagen que no hay cordobés que no busque en algún punto del recorrido. "Este año ha faltado Enrique Ponce que no falla nunca".
    

Al Nazareno le faltan propagandistas. El Nazareno y la Nazarena salen sin hacer ruido, no llevan música, entre chicotá y chicotá mantienen un ritmo de crucero vivo y atlético que a muchos les parece inadecuado; el capataz no arenga con el "todos por igual, valientes"; avisa con tres toques del llamador y a mí me parece que toda su estación de penitencia es seria y yo diría que hasta discreta.
      

Del Cristo de Gracia, al que dicen Esparraguero, no puedo hablar sin demostrar inclinación. Mi mismo chico dice que no lo hay como él y eso que anda ahora por Sevilla y en cierta forma es verdad. El Esparraguero llegó de Méjico, de Puebla de los Ángeles, en 1607 donada la imagen por Francisca de la Cruz a los trinitarios. El Cristo es hueco y está hecho con caña de maíz, fibras vegetales y telas encoladas. Llaman la atención sus desproporcionados brazos y el pelo natural ofrecido por devotos y devotas -aquí procede la distinción-, pero sabido es que estas singularidades son las que dan exquisita exclusividad al Esparraguero, llamado así por la costumbre de los buscadores de la planta de ofrecer hermosos manojos "p'a mi Cristo".

La iglesia de los trinitarios tiene muchas ventajas sobre el resto. No sólo porque alberga al Rescatao y al Esparraguero, sino porque su plaza es muy aparente. Amplia y a la vez recogida, propicia el lucimiento de saeteros y costaleros. Si además acompaña la banda del Santísimo Cristo de Gracia el éxtasis está garantizado.
      

Cada cordobés se enorgullece a su manera con su Cofradía pero es respetuoso con el resto. Consiente, admite y tolera sin hipocresía la Hermandad de Rafaé, la de Falín y la de Rafa. No da ese jabón cínico que gusta de usar el entrenador de fútbol Guardiola que apuñala mientras te desea salud o la de su seguidor Xavi Hernández que fue jugador extraordinario. Xavi Hernández va más allá que su maestro y se atreve a decir cual fanático Macareno, que no hay nada igual en el mundo como el Barcelona: ".. estamos obligados a ganar jugando bien. Para eso somos catalanes". Uno cree que el Barcelona de Xavi a veces gana jugando mal y otras pierde porque el rival juega mejor. Anoche Xavi aprendería una gran lección tras ver el Camp Nou vestido de blanco y perdiendo ante un Eintracht que se trajo a 24.000 hinchas. Eso es devoción y cariño hacia un equipo que no está acostumbrado a ganar ni a jugar bien. Lo del Eintracht sin ser una final creo que no lo han hecho aún los del Barcelona. Lo de los catalanes y la pela es la pela es asunto más evidente que legendario. Creo que Don Xavi y Don Pep podrían aprender de los cordobeses qué cosa es la deportividad... y el respeto.