lunes, 11 de abril de 2022

Domingo de Ramos

El Rescatao en la plaza del Alpargate


 

El Cristo del Amor, saliendo de Jesús Obrero


 

Las Penas de Santiago a la entrada de la Carrera oficial



El Gitano en Mucho Trigo

 

Francisco Javier Gómez Izquierdo
   
      Vuelve la Semana Santa española en general y andaluza en particular reventona de sentimiento. Quizás en este 2022 salga hasta un poco enloquecida por los dos años de pestífera represión que ha sensibilizado a cofrades, costaleros, penitentes y todos los públicos que acuden a la contemplación de este teatro callejero que no tiene igual. Uno descubre la lágrima espontánea e irreprimible no sólo en los hermosos rostros de las cordobesas sino también en el serio y arromanado de los cordobeses. No sorprende el llanto ante el Rescatao del Alpargate (nuestro Cristo favorito), pues a tan imponente figura son miles los hijos y nietos encomendados por padres y abuelos, lo que da pellizco es la proliferación de fieles emocionados que no esconde el sentimiento por "su" Señor de Córdoba.
      

Ayer, que por circunstancias ajenas a nuestras voluntades no disfrutamos del Domingo de Ramos con el gran Paco y Mari Carmen, después de la salida del Rescatao me acerqué ligerito al Cerro donde uno se puede encontrar un variopinto personal taleguero. Saludé a varios conocidos vestidos como para ir de boda. "Sólo me visto asín el Domingo de Ramos. P'al Señó del Amor que lo sepa usté".

¡Qué bien se viste y qué limpio va el personal, sobre todo los jóvenes en Semana Santa! Jóvenes, muchos jóvenes; muy arreglados ellos de pelo y barba, y hermosísimas ellas, no en vano nacieron cordobesas. Al Cristo del Amor se le adora en el barrio y a María Santísima de la Encarnación, el tercer paso -sólo dos cofradías en Córdoba sacan tres- la llevan costaleras por una pendiente abajo que se empinará a la vuelta. Los gitanos y los payos guardan silencio, le lloran y se santiguan a su paso. Es cosa de ver el baile de los costaleros de los tres pasos. Se balancean, avanzan y se mantienen en el sitio airosos y hermanados con el sonido de decenas de instrumentos, pero cuando hacen encoger el corazón de los asistentes es cuando llora la trompeta solitaria hasta hacer llorar a todos los presentes. El Gitano también salió ayer. El Gitano sale de San Andrés con la Hermandad de la Esperanza y me lo topé donde entronca la calle Mucho Trigo y Don Rodrigo. Lo vi pasar tras una cabeza con un mensaje, como cuenta Heródoto que usaban los tiranos de dos ciudades griegas, haciendo crecer el pelo tras tatuarlo y pelarlo a la llegada ante el receptor del mensaje.


      Sobre las ocho, ya todo eran tapones, bulla, gentío... ¿Como antes de la peste? Puede que sí, pero a mí me pareció más exagerado y me retiré a ver un acontecimiento sin precedentes: tres penaltys contra el Barça.