Dolores del Río
Ignacio Ruiz Quintano
Abc
Ya que la casa se quema, calentémonos en ella. Ya que con la recesión nos vamos a comer los unos a los otros, en un almuerzo privado en Madrid un cocinero michelín sirvió platos con fetito humano de tres meses “elaborado de caldo de garbanzo con jugo de avellanas y caviar en su personal versión del cocido en la que las carnes estaban liofilizadas y dispuestas sobre una crema emulsionada con grasa de pollo”.
–Es una colección de platos tabú, un ejercicio interno para explorar los límites de la contradicción humana.
Si nuestros filósofos no estuvieran dedicados a buscar la manera de aplicar el código penal a los no vacunados, aquí tendrían una línea de pensamiento para explorar. En tiempos de Russell existían salvajes que, cuando sus padres se hacían demasiado viejos para trabajar, los vendían para que fueran comidos.
–Para los fidjianos, amantes de la rima, la carne humana sabe a avellana; para los canacas, no menos rimadores, a banana –resumió José-Miguel Ullán, cuando al final revisitó a la elegancia mejicana de Alfonso Reyes.
Reyes contaba que Diego Rivera escandalizó al periodismo al confesar que había probado la carne humana: cuando pintaba en los arrabales de Toledo, las madres escondían a sus rapaces por si el apetito del panzón de Guanajuato.
–No te preocupes, Lolita, no es contra ti. Nos odian por rojillos, y a donde vamos no va nadie –dijo Rivera en el estreno de “Flor Silvestre” (acudieron quince personas: todos los muralistas) a Dolores del Río, la que presentó al Indio Fernández para que posara desnudo como modelo de la estatuilla del Oscar.
El humano consigue su mejor sabor hacia los treinta años de edad, y es el oceánico el preferible, pues el europeo resulta muy salado y correoso, según la conclusión que de los expertos saca Reyes, que remata con dos citas cultas: la desmesurada afición de Miguel de Montaña a los poemas de los caníbales brasileños y el mordisco en el muslo con nota de prensa de un admirador nicaragüense a la vedette cubana Blanquita Amaro.
[Viernes, 8 de Abril]
La contradicción humana