-Pese a tener muchos amigos y admiradores en España, tampoco he recibido ninguna condecoración española. En 1938 el gobierno de Franco quiso nombrarme miembro de la Real Academia Española [de Ciencias Morales y Políticas]. De hecho, ya se había publicado mi nombramiento en la prensa, pero el gobierno alemán negó expresamente su consentimiento y exigió que en mi lugar fuera designado el profesor Bruns, a quien de buen grado cedí esta distinción.
Carl Schmitt