El bosquecillo de Nemi
Ignacio Ruiz Quintano
Abc
Las cuentas del Cis dicen que para Rajoy, hoy, no hay sucesión que valga.
El escocés James G. Frazer funda la antropología con su libro “La rama dorada” sobre la leyenda prerromana del bosque de Nemi cuyo rey-sacerdote era ritualmente asesinado por su sucesor.
En su Tercer Informe para el fiscal de Núremberg el jurista Carl Schmitt sitúa en la sucesión, “algo verdaderamente inaudito e incomparable”, la anormalidad fundamental del régimen nazi.
–Siendo la cabeza infalible de la Iglesia católica, el Papa no nombra a su sucesor. En cambio, Hitler designó a su sucesor como si fuera la cosa más natural del mundo.
Y va Obama, que ha terminado creyéndose Septimio Severo (primer emperador africano de Roma), sin saber la ruina que el personaje supuso para el Imperio, y mete la pata sobre la cuestión sucesoria, al declarar, todavía en la Casa Blanca, que Trump “no es apto” para sucederle.
¡Cielos! Ya sabemos que en la BBC alguien (la chica de “Fleabag”) se amanceba con su mano viendo discursos de Obama (que en realidad son de Jon Favreau, el Errejón del Partido Demócrata que confunde el Califato de Córdoba con la Ámsterdam de Espinosa), pero que el titular del Poder Ejecutivo de la única democracia del mundo despache certificados de aptitud sucesoria es cosa como del Pilato de “La vida de Brian” explicando al generalato las relaciones de “Pijus Magníficus” e “Incontinencia Suma”.
A ver, Presidente Mejor Preparado de la Historia: en la “república de las leyes”, que decía John Adams, o en la “democracia representativa”, que decía Alexander Hamilton, la “aptitud sucesoria” la deciden únicamente los electores (viene en “El Federalista”, por si Favreau no se lo cree), aunque es verdad que tienen sus manías: por ejemplo, al “multimillonario” o “magnate” Trump, que es su denominación oficial en la prensa, deben de votarle los pobres, pues los “multimillonarios” y “magnates” de Forbes y Hollywood ya han dicho que ellos votan lo que diga Obama.