Fútbol y Feria
Francisco Javier Gómez Izquierdo
Un futbolista de los 70 que llegó a jugar dos o tres temporadas en Primera División y que acabó con casi cuarenta años en los campos de albero de Tercera para pagarse los vicios, llama fútbol “pedestre” al que no es de Primera.
-Yo jugué una vez en el Bernabéu y me entrevistaron en el As, pero quitando ese año y otro que me lesioné, siempre he jugado el fútbol pedestre. De poco dinero y de mucho buscarse la vida.
Veo también a Taladrid, uno de mis héroes burgaleses, repartiendo por Córdoba multas y burofax y al que invito a una cerveza porque sé que le alegra mucho recordar los mesones de la Catedral y que alguien le diga que fue internacional juvenil. Taladrid es asturiano y aún tiene cara de joven. Ha sufrido unos achuchones que le hacen renquear llamativamente, pero que no le han arrebatado el buen humor.
-Entonces no ganábamos dinero en el fútbol. Sólo ganaban dinero los muy buenos. En el Burgos, los que mas cobraban eran Juanito y Viteri. Vivían conmigo y había semanas que sólo los veía en los entrenamientos.
A los yonquis del fútbol nos gusta el fútbol de Taladrid. Descubrir al zurdo Silva en el Celta que ya pasó por aquí con el Éibar y que ahora está en el City. Señalar la zurda de Beñat de la que el Betis echó mano por no tener más remedio y discutir con los mismos béticos de la excelencia que desprecian. Valorar la casta de los jugadores que salen de Alcorcón. Bajar los humos de los Benítez granadinos, convencidos de su excepcionalidad... y en fin, todas esos episodios que se viven en 2ª y 2ª B.
Quedan veinte días de intenso fúbol “pedestre”. De fútbol modesto, que se dice entre los del gremio. Tengo varios frentes y uno de los importantes se acaba de cerrar. Pablo Infante marca el 1-2 para el Mirandés en un partido jugado en horario de cadetes, ante un Atlético Baleares dirigido por Siviero, un buen central del Mallorca, y en el que juegan Antoñito, Perera, Dani y un tal David Sánchez que iba para figura, y hasta jugó Championlí con el Barça. El Mirandés entra en la historia del fútbol y sube la moral del burgalés emigrante, atribulado ante la imparable decadencia del Burgos CF.
La batalla que más me inquieta es la que se disputará en Balaídos la semana que viene, pues doy por hecho el triunfo del Córdoba de esta tarde ante el Murcia. La persecución del Almería está poniendo nerviosa a la afición cordobesista, que para relajarse tira de rebujito en la Feria, por ser lo más barato y “colocador”. Tampoco me olvido del entrenador del Lucena; mi amigo Falete, al que ya llaman Rafael Carrillo y que ha puesto un pueblo a las puertas de 2ª División. Con menos dinero que el Mirandés, pero con la misma testosterona, están dispuestos a parar a un Huracán de Valencia harto curioso y familiar.
Quedo a la espera de acontecimientos.
-Yo jugué una vez en el Bernabéu y me entrevistaron en el As, pero quitando ese año y otro que me lesioné, siempre he jugado el fútbol pedestre. De poco dinero y de mucho buscarse la vida.
Veo también a Taladrid, uno de mis héroes burgaleses, repartiendo por Córdoba multas y burofax y al que invito a una cerveza porque sé que le alegra mucho recordar los mesones de la Catedral y que alguien le diga que fue internacional juvenil. Taladrid es asturiano y aún tiene cara de joven. Ha sufrido unos achuchones que le hacen renquear llamativamente, pero que no le han arrebatado el buen humor.
-Entonces no ganábamos dinero en el fútbol. Sólo ganaban dinero los muy buenos. En el Burgos, los que mas cobraban eran Juanito y Viteri. Vivían conmigo y había semanas que sólo los veía en los entrenamientos.
A los yonquis del fútbol nos gusta el fútbol de Taladrid. Descubrir al zurdo Silva en el Celta que ya pasó por aquí con el Éibar y que ahora está en el City. Señalar la zurda de Beñat de la que el Betis echó mano por no tener más remedio y discutir con los mismos béticos de la excelencia que desprecian. Valorar la casta de los jugadores que salen de Alcorcón. Bajar los humos de los Benítez granadinos, convencidos de su excepcionalidad... y en fin, todas esos episodios que se viven en 2ª y 2ª B.
Quedan veinte días de intenso fúbol “pedestre”. De fútbol modesto, que se dice entre los del gremio. Tengo varios frentes y uno de los importantes se acaba de cerrar. Pablo Infante marca el 1-2 para el Mirandés en un partido jugado en horario de cadetes, ante un Atlético Baleares dirigido por Siviero, un buen central del Mallorca, y en el que juegan Antoñito, Perera, Dani y un tal David Sánchez que iba para figura, y hasta jugó Championlí con el Barça. El Mirandés entra en la historia del fútbol y sube la moral del burgalés emigrante, atribulado ante la imparable decadencia del Burgos CF.
La batalla que más me inquieta es la que se disputará en Balaídos la semana que viene, pues doy por hecho el triunfo del Córdoba de esta tarde ante el Murcia. La persecución del Almería está poniendo nerviosa a la afición cordobesista, que para relajarse tira de rebujito en la Feria, por ser lo más barato y “colocador”. Tampoco me olvido del entrenador del Lucena; mi amigo Falete, al que ya llaman Rafael Carrillo y que ha puesto un pueblo a las puertas de 2ª División. Con menos dinero que el Mirandés, pero con la misma testosterona, están dispuestos a parar a un Huracán de Valencia harto curioso y familiar.
Quedo a la espera de acontecimientos.
Anoche
Caseta de mi amigo Diego