-Las obras menores del Bernabéu le han pillado a contrapie, sin duda, y ha confundido las viejas letrinas con algún recuerdo infantil. Nadie debe tener ningún miedo a venir a Madrid. No tenga miedo nadie a pasear una Ikurriña, una Señera, una camiseta a rayas en la capital. No lo tenga de los madrileños, que aquí no hay “clima de violencia”, ni pegamos tiros a los de fuera. Aquí nos los pegan unos que se interesan por el RH. Eso sí, no damos las gracias cuando nos ponen bombas, pero cualquiera puede entender que no es porque no nos tiemble el pulso, sino porque, ante esas circunstancias, nos tiemblan las piernas.