miércoles, 8 de agosto de 2012

Ponerse las pilas

Hughes
 
En Girona han sellado los contenedores. Lo primero fue elevarlos, pero aparecieron menesterosos pertiguistas que enganchaban la basura. Iban como a varear los contenedores con sus palos y ahora se los sellan, esterilizando la pobreza. Tras el blindaje de la basura está la incapacidad de afrontar el espectáculo de la miseria. Han conveniado con los supermercados que de su sobrante repartan una cesta básica porque vista la impotencia en los mercados se va a una politica concreta del supermercado. Ayer, Sánchez Gordillo “expropió” nueve carritos del mercadona escenificando un enfrentamiento con Roig, porque el futuro va a ser el cooperativismo comunista contra el capitalismo del alimento. Lo ha dicho Antonio Romero, la izquierda se tiene que poner las pilas y él, emulando el exilio madrileño de Garzón, ha emprendido la huelga de hambre simbólica, de veinticuatro horas, que ni estrías le va a dar tiempo a tener. Aunque amenaza con denunciar a Rajoy por crímenes contra la humanidad (como ver a Perales en La Haya por sus canciones), el enemigo de Romero es el paraíso fiscal. En una cosmovisión sin infierno fiscal, el paraíso no lo anhelan los ricos, sino los demás, que necesitamos creer que existe un lugar donde descansa el dinero. Suficiente. Salvífico. De todos.